Preguntas de estudio en Armonía de los Evangelios-Parte Cuatro
©2001 by Arlo E. Moehlenpah

Los siguientes números corresponden a los números de secciones en La Armonía de los Evangelios;  por
A. T. Robertson, Harper & Row, Publicadores,Nueva York, 1950 y El Cristo de los Evangelios; por J. W. Shepard,
Wm. B. Erdmans Compañía de Publicaciones, Grand Rapids, MI, 1968. Favor de clic al número de la sección
para obtener las preguntas del estudio de la sección.
 

PARTE -  UNO   DOS   TRES   CUATRO    CINCO    SEIS    SEITE   OCHO   NUEVE   DIEZ   ONCE   DOCE  TRES

Para leer o escuchar la porción biblica en la computadora presíone en donde dice "here."  Cuando aparezca el cuadro que diga, "search by passage" escriba allí el nombre del libro de la biblia y el capítulo.  Por  ejemplo: (Lu 2).  Despues presíone en donde dice, "go". En la página que salga seleccione Español y la versíon que desee usar.  Por ultimo, despues de leer o escuchar (LBLA) el pasaje biblico favor de contestar las preguntas del estudio.

PARTE CUATRO: El Ministerio Galileo - Parte 1

 

  1.  Cuenta general de las enseñanzas de Jesús - Mt 4:17 Mr 1:14-15 Lu 4:14,

  2.  Sanidad al hijo de un noble - Jn 4:46-54

  3.  Primer rechazo en Nazaret  - Lu 4:16-31

  4.  Residencia temporaria de Jesús' en Capernaum - Mt 4:13-16

  5.  Jesús llamo cuatro pescadores - Mt 4:18-22 Mr 1:16-20 Lu 5:1-11

  6.  Sanidad del hombre con espíritu demonio inmundo - Mr 1:21-28 Lu 4:31-37

  7.  Jesús sana a la suegra de Pedro - Mt 8:14-17 Mr 1:29-34 Lu 4:38-41

  8.  Jesús’ recorre Galilea predicando - Mt 4:23-25 Mr 1:35-39 Lu 4:42-44

  9.  Jesús sana a un leproso - Mt 8:2-4 Mr 1:40-45 Lu 5:12-16

  10.  Jesús sana a un paralitico en Capernaum - Mt 9:1-8 Mr 2:1-12 Lu 5:17-26

  11.  Llamamiento de Mateo - Mt 9:9-13 Mr 2:13-17 Lu 5:27-32

  12.  Jesús Defiende a los que no ayunan - Mt 9:14-17 Mr 2:18-22 Lu 5:33-39

  13.  Jesús sana en el día de reposo y defiende su echo - Jn 5:1-47

  14.  Los discípulos recogen espigas en el día de reposo - Mt 12:1-8 Mr 2:23-28 Lu 6:1-5

  15.  Jesús sana al hombre de la mano seca en el día de reposo - Mt 12:9-14 Mr 3:1-6 Lu 6:6-11

 

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PARTE CUATRO: El Ministerio Galileo - Parte 1

36.  Llegada a Galilea - Jn 4:43-45
Enero 14 cont'd - Llegada a Galilea - Jn 4:43-45

Jn 5:43 Dos días después, salió de allí y fue a Galilea.

    44 Porque Jesús mismo dio testimonio de que el profeta no tiene honra en su propia tierra.

    45 Cuando vino a Galilea, los galileos le recibieron, habiendo visto todas las cosas que había hecho en Jerusalén, en la fiesta; porque también ellos habían ido a la fiesta.

36.1   Discute "el profeta no tiene honra en su propia tierra ". (44)

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37.  Cuenta general de las enseñanzas de Jesús
- Mt 4:17 Mr 1:14-15 Lu 4:14
Enero 15 - Cuenta general de las enseñanzas de Jesús - Mt 4:17 Mr 1:14-15 Lu 4:14

Mt 4:17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

Mr 1:14 Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios,

    15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.

Lu 4:14 Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor.

    15 Y enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por todos.

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38.  Sanidad
al hijo de un noble
- Jn 4:46-54
Enero 15 cont'd - Sanidad al hijo de un noble - Jn 4:46-54

Jn 4:46 Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había en Capernaum un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo.

    47 Este, cuando oyó que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino a él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir.

    48 Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis.

    49 El oficial del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera.

    50 Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue.

    51 Cuando ya él descendía, sus siervos salieron a recibirle, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive.

    52 Entonces él les preguntó a qué hora había comenzado a estar mejor. Y le dijeron: Ayer a las siete le dejó la fiebre.

    53 El padre entonces entendió que aquella era la hora en que Jesús le había dicho: Tu hijo vive; y creyó él con toda su casa.

    54 Esta segunda señal hizo Jesús, cuando fue de Judea a Galilea.

38.1   ¿Qué fue requerido del hombre noble para que su hijo fuera sanado? (50)

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39.  Primer rechazo en Nazaret - Lu 4:16-31
Enero 15 cont'd - Primer rechazo en Nazaret - Lu 4:16-31

 Lu 4:16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer.

    17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:    
 18 El Espíritu del Señor está sobre mí,
    Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
    Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
    A pregonar libertad a los cautivos,
    Y vista a los ciegos;
    A poner en libertad a los oprimidos;    
 19 A predicar el año agradable del Señor.

    20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.

    21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

    22 Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?

    23 Él les dijo: Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo; de tantas cosas que hemos oído que se han hecho en Capernaum, haz también aquí en tu tierra.

    24 Y añadió: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su propia tierra.

    25 Y en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra;

    26 pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón.

    27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio.

    28 Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira;

    29 y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle.

    30 Mas él pasó por en medio de ellos, y se fue.

31 Descendió Jesús a Capernaum, ciudad de Galilea; y les enseñaba en los días de reposo.

39.1   ¿Qué fue lo que Jesús anunció del propósito de su ministerio? (18-19)
39.2   ¿Cuál fue el significado de la viuda que fue mandado a Elija y el leproso para ser limpio en los
              días de Elías? (24-26)
39.3   ¿Cómo trataron los judíos de matar a Jesús?
(29) 

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40.  Residencia temporaria de Jesús' en Capernaum - Mt 4:13-16
Enero 15 cont'd - Residencia temporaria de Jesús' en Capernaum - Mt 4:13-16

Mt 4:13 y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí,

    14 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo:

     15 Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí,
    Camino del mar, al otro lado del Jordán,
    Galilea de los gentiles;

     16 El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz;
    Y a los asentados en región de sombra de muerte,
    Luz les resplandeció.

40.1   ¿Qué se le profesito a la gente, cuales estaban en la oscuridad, miraran? (16)

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41.  Jesús llama cuatro pescadores - Mt 4:18-22 Mr 1:16-20 Lu 5:1-11
Enero 16 - Jesús llama cuatro pescadores - Mt 4:18-22 Mr 1:16-20 Lu 5:1-11

Mt 4:18 Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.

    19 Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.

    20 Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron.

    21 Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó.

    22 Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron.



Mr 1:16 Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.

    17 Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres.

    18 Y dejando luego sus redes, le siguieron.

    19 Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan su hermano, también ellos en la barca, que remendaban las redes.

    20 Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron.


Lu 5:1 Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios.

    2 Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes.

    3 Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.

    4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.

    5 Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red.

    6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía.

    7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.

    8 Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.

    9 Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él,

    10 y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres.

    11 Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron.

41.1   ¿Cuántos de los doce eran pescadores?  (Jn 21:2-3)
41.2   ¿Qué les dijo Jesús los iba hacer si lo seguían?
(Mt 4:19)
41.3   ¿Qué enseña desgaño de Pedro Simón que siguió con obediencia?
(Lu 5:4-5)
41.4   ¿Qué dejaron Pedro, Andrés, Jacobo y Juan para seguir a Jesús?
(Mt 4:20,22, Lu 5:11)

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42.  Sanidad del hombre con espíritu demonio inmundo - Mr 1:21-28 Lu 4:31-37
Enero 16 cont'd - Sanidad del hombre con espíritu demonio inmundo - Mr 1:21-28 Lu 4:31-37

Mr 1:21 Y entraron en Capernaum; y los días de reposo, entrando en la sinagoga, enseñaba.

    22 Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.

    23 Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces,

    24 diciendo: !!Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios.

    25 Pero Jesús le reprendió, diciendo: !!Cállate, y sal de él!

    26 Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él.

    27 Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen?

    28 Y muy pronto se difundió su fama por toda la provincia alrededor de Galilea.

Lu 4:31 Descendió Jesús a Capernaum, ciudad de Galilea; y les enseñaba en los días de reposo.

    32 Y se admiraban de su doctrina, porque su palabra era con autoridad.

    33 Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz,

    34 diciendo: Déjanos; ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios.

    35 Y Jesús le reprendió, diciendo: Cállate, y sal de él. Entonces el demonio, derribándole en medio de ellos, salió de él, y no le hizo daño alguno.

    36 Y estaban todos maravillados, y hablaban unos a otros, diciendo: ¿Qué palabra es esta, que con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos, y salen?

    37 Y su fama se difundía por todos los lugares de los contornos.

42.1   ¿Cómo las enseñanzas de Jesús diferencian de las enseñanzas se los escribes? (Mr 1:22)
42.2   ¿Qué dijo el espíritu sucio de Jesús?
(Mr 1:24)

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43.  Jesús sana a la suegra de Pedro - Mt 8:14-17 Mr 1:29-34 Lu 4:38-41
Enero 17 - Jesús sana a la suegra de Pedro - Mt 8:14-17 Mr 1:29-34 Lu 4:38-41

Mt 8:14  Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre.

    15 Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía.

    16 Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos;

    17 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.

Mr 1:29 Al salir de la sinagoga, vinieron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan.

    30 Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella.

    31 Entonces él se acercó, y la tomó de la mano y la levantó; e inmediatamente le dejó la fiebre, y ella les servía.

 32 Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados;

    33 y toda la ciudad se agolpó a la puerta.

    34 Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían.

Lu 4:38 Entonces Jesús se levantó y salió de la sinagoga, y entró en casa de Simón. La suegra de Simón tenía una gran fiebre; y le rogaron por ella.

    39 E inclinándose hacia ella, reprendió a la fiebre; y la fiebre la dejó, y levantándose ella al instante, les servía.

 40 Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.

    41 También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo.

43.1   ¿Qué fue a doble milagro de la sanidad de la suegra de Pedro? (Lu 4:39)

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44.   Jesús’ recorre Galilea predicando - Mt 4:23-25 Mr 1:35-39 Lu 4:42-44
Enero 17 cont'd - Jesús’ recorre Galilea predicando - Mt 4:23-25 Mr 1:35-39 Lu 4:42-44

Mt 4:23 Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

    24 Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó.

    25 Y le siguió mucha gente de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del Jordán.

Mr 1:35 Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.

    36 Y le buscó Simón, y los que con él estaban;

    37 y hallándole, le dijeron: Todos te buscan.

    38 El les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido.

    39 Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios.

Lu 4:42 Cuando ya era de día, salió y se fue a un lugar desierto; y la gente le buscaba, y llegando a donde estaba, le detenían para que no se fuera de ellos.

    43 Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado.

    44 Y predicaba en las sinagogas de Galilea.


44.1    ¿En esta sección, a que hora del día oró Jesús? (Mr 1:35)
44.2    ¿En qué frase enseña la carga misionera de Jesús?
(Mr 1:38)
44.3    ¿Qué clase de enfermedades sanó Jesús?
(Mt 4:24)

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45.   Jesús sana a un leproso - Mt 8:2-4 Mr 1:40-45 Lu 5:12-16
Enero 17 cont'd - Jesús sana a un leproso - Mt 8:2-4 Mr 1:40-45 Lu 5:12-16

Mt 8:2 Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.

    3 Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció.

    4 Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; sino ve, muéstrate al sacerdote, y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para testimonio a ellos.

Mr 1:40Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme.

    41 Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio.

    42 Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio.

    43 Entonces le encargó rigurosamente, y le despidió luego,

    44 y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos.

    45 Pero ido él, comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes.

Lu 5:12 Sucedió que estando él en una de las ciudades, se presentó un hombre lleno de lepra, el cual, viendo a Jesús, se postró con el rostro en tierra y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.

    13 Entonces, extendiendo él la mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra se fue de él.

    14 Y él le mandó que no lo dijese a nadie; sino ve, le dijo, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación, según mandó Moisés, para testimonio a ellos.

    15 Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades.

    16 Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.

45.1    ¿Cuál era la oración que pidió el leproso? (Mt 8:2)
45.2    ¿Cuál era la respuesta de Jesús?
(Mt 8:3)
45.3    ¿Después que fue sanado de leprosa quien era el hombre?
(Mt 8:4)  

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46.   Jesús sana a un paralítico en Capernaum - Mt 9:1-8 Mr 2:1-12 Lu 5:17-26

Enero 18 - Jesús sana a un paralítico en Capernaum - Mt 9:1-8 Mr 2:1-12 Lu 5:17-26

Mt 9:1 Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad.

    2 Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.

    3 Entonces algunos de los escribas decían dentro de sí: Este blasfema.

    4 Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?

    5 Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?

    6 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa.

    7 Entonces él se levantó y se fue a su casa.

    8 Y la gente, al verlo, se maravilló y glorificó a Dios, que había dado tal potestad a los hombres.

Mr 2:1 Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa.

    2 E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra.

    3 Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro.

    4 Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico.

    5 Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.

    6 Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones:

    7 ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?

    8 Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones?

    9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda?

    10 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico):

    11 A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.

    12 Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa.

Lu 5:17 Aconteció un día, que él estaba enseñando, y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y Jerusalén; y el poder del Señor estaba con él para sanar.

    18 Y sucedió que unos hombres que traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico, procuraban llevarle adentro y ponerle delante de él.

    19 Pero no hallando cómo hacerlo a causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con el lecho, poniéndole en medio, delante de Jesús.

    20 Al ver él la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados.

    21 Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a cavilar, diciendo: ¿Quién es éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?

    22 Jesús entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo: ¿Qué caviláis en vuestros corazones?

    23 ¿Qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?

    24 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.

    25 Al instante, levantándose en presencia de ellos, y tomando el lecho en que estaba acostado, se fue a su casa, glorificando a Dios.

    26 Y todos, sobrecogidos de asombro, glorificaban a Dios; y llenos de temor, decían: Hoy hemos visto maravillas.

46.1    ¿Cómo Jesús vio la fe de los cuatro? (Mr 2:4-5)
46.2    ¿Qué fue lo primero que Jesús le dijo al hombre enfermo de leprosa?
(Mr 2:5)
46.3    ¿Cómo enseño Jesús que él era Dios?
(Mr 2:10-11)
46.4    ¿Qué fue requerido del hombre para poder obtener su sanidad?
(Mr 2:11-12)

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47.   Llamamiento de Mateo - Mt 9:9-13 Mr 2:13-17 Lu 5:27-32
Enero 19 - Llamamiento de Mateo - Mt 9:9-13 Mr 2:13-17 Lu 5:27-32

Mt 9:9 Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió.

    10 Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos.

    11 Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores?

    12 Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.

    13 Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.



Mr 2:13 Después volvió a salir al mar; y toda la gente venía a él, y les enseñaba.

    14 Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió.

    15 Aconteció que estando Jesús a la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa juntamente con Jesús y sus discípulos; porque había muchos que le habían seguido.

    16 Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores?

    17 Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.


Lu 5:27 Después de estas cosas salió, y vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme.

    28 Y dejándolo todo, se levantó y le siguió.

    29 Y Leví le hizo gran banquete en su casa; y había mucha compañía de publicanos y de otros que estaban a la mesa con ellos.

    30 Y los escribas y los fariseos murmuraban contra los discípulos, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y pecadores?

    31 Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.

    32 No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.

47.1    ¿Cómo llamaban a Mateo también? (Mt 9:9, Mr 2:14)
47.2    ¿Cuál era su posición?
(Mr 2:14)
47.3    ¿Qué ilustración huso Jesús para mostrar que el bebería comer con los pecadores?
(Mr 2:17)

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48.  Jesús Defiende a los que no ayunan - Mt 9:14-17 Mr 2:18-22 Lu 5:33-39
Enero 19 continuado - Jesús Defiende a los que no ayunan - Mt 9:14-17 Mr 2:18-22 Lu 5:33-39

Mt 9:14 Entonces vinieron a él los discípulos de Juan, diciendo: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no ayunan?

    15 Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.

    16 Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura.

    17 Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente.



Mr 2:18 Y los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunaban; y vinieron, y le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunan, y tus discípulos no ayunan?

    19 Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas ayunar mientras está con ellos el esposo? Entre tanto que tienen consigo al esposo, no pueden ayunar.

    20 Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces en aquellos días ayunarán.

    21 Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; de otra manera, el mismo remiendo nuevo tira de lo viejo, y se hace peor la rotura.

    22 Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar.


Lu 5:33 Entonces ellos le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan ayunan muchas veces y hacen oraciones, y asimismo los de los fariseos, pero los tuyos comen y beben?

    34 Él les dijo: ¿Podéis acaso hacer que los que están de bodas ayunen, entre tanto que el esposo está con ellos?

    35 Mas vendrán días cuando el esposo les será quitado; entonces, en aquellos días ayunarán.

    36 Les dijo también una parábola: Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo pone en un vestido viejo; pues si lo hace, no solamente rompe el nuevo, sino que el remiendo sacado de él no armoniza con el viejo.

    37 Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo romperá los odres y se derramará, y los odres se perderán.

    38 Mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se conservan.

    39 Y ninguno que beba del añejo, quiere luego el nuevo; porque dice: El añejo es mejor.

48.1  ¿Qué enseño Jesús sobre el ayuno en esta sección? (Mr 2:20)
48.2  ¿Qué enseño Jesús sobre el remiendo y los odres?
(Lu 5:36)

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49.   Jesús sana en el día de reposo y defiende su echo - Jn 5:1-47

Enero 20 - Jesús sana en el día de reposo y defiende su echo - Jn 5:1-29

Jn 5:1

Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén.

    2 Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos.

    3 En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua.

    4 Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese.

    5 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.

    6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?

    7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.

    8 Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.

    9 Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.

    10 Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado: Es día de reposo; no te es lícito llevar tu lecho.

    11 El les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda.

    12 Entonces le preguntaron: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda?

    13 Y el que había sido sanado no sabía quién fuese, porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar.

    14 Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor.

    15 El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado.

    16 Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo.

    17 Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.

    18 Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.  

 19 Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.

    20 Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis.

    21 Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida.

    22 Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo,

    23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.

    24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.

    25 De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.

    26 Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo;

    27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.

    28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz;

    29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.

 

49.1  ¿Qué se le pidió al hombre enfermo por 38 años para poder recibir su sanidad? (8)
49.2. ¿Por qué los judíos buscaban matarlos a un mas?
(18)

 

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Enero 21 -   Jesús sana en el día de reposo y defiende su echo - continuado - Jn 5:30-47

Jn 5:30No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.

    31 Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero.

    32 Otro es el que da testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero.

    33 Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad.

    34 Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos.

    35 El era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz.

    36 Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado.

    37 También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto,

    38 ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque a quien él envió, vosotros no creéis.

    39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;

    40 y no queréis venir a mí para que tengáis vida.

    41 Gloria de los hombres no recibo.

    42 Mas yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros.

    43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis.

    44 ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?

    45 No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre; hay quien os acusa, Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza.

    46 Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él.

    47 Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?


49.3   Nombra cuatro testigos de Jesús en esta sección
.
(33,36-37,39,46)

49.4  ¿En qué nombre vino Jesús? (43)
49.5  ¿Quién dijo Jesús que escribió de él y era necesario creerle?
  (46-47)

 

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50.  Los discípulos recogen espigas en el día de reposo - Mt 12:1-8 Mr 2:23-28 Lu 6:1-5

Enero 22 - Los discípulos recogen espigas en el día de reposo - Mt 12:1-8 Mr 2:23-28 Lu 6:1-5

Mt 12:1 En aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en un día de reposo; y sus discípulos tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer.

    2 Viéndolo los fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo.

    3 Pero él les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre;

    4 cómo entró en la casa de Dios, y comió los panes de la proposición, que no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes?

    5 ¿O no habéis leído en la ley, cómo en el día de reposo los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo, y son sin culpa?

    6 Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí.

    7 Y si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes;

    8 porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo.

Mr 2:23 Aconteció que al pasar él por los sembrados un día de reposo, sus discípulos, andando, comenzaron a arrancar espigas.

    24 Entonces los fariseos le dijeron: Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo lo que no es lícito?

    25 Pero él les dijo: ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y sintió hambre, él y los que con él estaban;

    26 cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban?

    27 También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo.

    28 Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.


Lu 6:1 Aconteció en un día de reposo, que pasando Jesús por los sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y comían, restregándolas con las manos.

    2 Y algunos de los fariseos les dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer en los días de reposo?

    3 Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Ni aun esto habéis leído, lo que hizo David cuando tuvo hambre él, y los que con él estaban;

    4 cómo entró en la casa de Dios, y tomó los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, y comió, y dio también a los que estaban con él?

    5 Y les decía: El Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.


           

50.1  ¿Cuáles eran los cinco principales que Jesús dio sobre el día de reposo en su defensa de la manera que él y sus discípulos se comportaron? (Mt 12:1-3,6,7,  Mr 2:27,28)

 

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51.  Jesús sana al hombre de la mano seca en el día de reposo - Mt 12:9-14 Mr 3:1-6 Lu 6:6-11

Enero 22 continuado - Jesús sana al hombre de la mano seca en el día de reposo - Mt 12:9-14 Mr 3:1-6 Lu 6:6-11

Mt 12:9 Pasando de allí, vino a la sinagoga de ellos.

    10 Y he aquí había allí uno que tenía seca una mano; y preguntaron a Jesús, para poder acusarle: ¿Es lícito sanar en el día de reposo?

    11 El les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cayere en un hoyo en día de reposo, no le eche mano, y la levante?

    12 Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, es lícito hacer el bien en los días de reposo.

    13 Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada sana como la otra.

    14 Y salidos los fariseos, tuvieron consejo contra Jesús para destruirle.


Mr 3 :1 Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano.

    2 Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle.

    3 Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio.

    4 Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban.

    5 Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana.

    6 Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle.



Lu 6:6Aconteció también en otro día de reposo, que él entró en la sinagoga y enseñaba; y estaba allí un hombre que tenía seca la mano derecha.

    7 Y le acechaban los escribas y los fariseos, para ver si en el día de reposo lo sanaría, a fin de hallar de qué acusarle.

    8 Mas él conocía los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate, y ponte en medio. Y él, levantándose, se puso en pie.

    9 Entonces Jesús les dijo: Os preguntaré una cosa: ¿Es lícito en día de reposo hacer bien, o hacer mal? ¿salvar la vida, o quitarla?

    10 Y mirándolos a todos alrededor, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano fue restaurada.

    11 Y ellos se llenaron de furor, y hablaban entre sí qué podrían hacer contra Jesús.


      51.1  ¿Cómo se compara el valor del hombre con el valor de una oveja? (Mt 12:12)
      51.2  ¿Qué sabia Jesús de sus acusadores?  
(Lu 6:8)

      51.3  ¿Qué tres cosas ordeno Jesús al hombre con la mano seca? (Mt 12:13, Lu 6:8)

Concurso en las secciones 24-51 en  Armonía de los Evangelios

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PARTE -  UNO   DOS   TRES   CUATRO    CINCO    SEIS    SEITE   OCHO   NUEVE   DIEZ   ONCE   DOCE  TRES


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