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Después de leer cada capítulo, por favor responda las
preguntas de estudio relacionadas.
Jeremías
Jeremías profetizó durante los reinados de dos reyes de Judá ( Josías y
Sedequías ) hasta que Jerusalén fue llevado cautivo. Soportó muchas cosas,
incluyendo ser arrojado a un calabozo porque su mensaje fue tan odiado.
Capitulo 1
Llamamiento y misión de Jeremías
1:1
Las palabras de Jeremías hijo de Hilcías, de los sacerdotes
que estuvieron en Anatot, en tierra de Benjamín.
2 Palabra
de Jehová que le vino en los días de Josías hijo de Amón, rey
de Judá, en el año decimotercero de su reinado.
3 Le
vino también en días de Joacim hijo de Josías, rey de Judá,
hasta el fin del año undécimo de Sedequías hijo de Josías, rey
de Judá, hasta la cautividad de Jerusalén en el mes quinto.
4 Vino,
pues, palabra de Jehová a mí, diciendo:
5 Antes
que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses
te santifiqué, te di por profeta a las naciones.
6 Y
yo dije: !!Ah! !!ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar,
porque soy niño.
7 Y
me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te
envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.
8 No
temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte,
dice Jehová.
9 Y
extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He
aquí he puesto mis palabras en tu boca.
10 Mira
que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos,
para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar,
para edificar y para plantar.
11 La
palabra de Jehová vino a mí, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías?
Y dije: Veo una vara de almendro.
12 Y
me dijo Jehová: Bien has visto; porque yo apresuro mi palabra
para ponerla por obra.
13 Vino
a mí la palabra de Jehová por segunda vez, diciendo: ¿Qué ves
tú? Y dije: Veo una olla que hierve; y su faz está hacia el
norte.
14 Me
dijo Jehová: Del norte se soltará el mal sobre todos los
moradores de esta tierra.
15 Porque
he aquí que yo convoco a todas las familias de los reinos del
norte, dice Jehová; y vendrán, y pondrá cada uno su campamento
a la entrada de las puertas de Jerusalén, y junto a todos sus
muros en derredor, y contra todas las ciudades de Judá.
16 Y
a causa de toda su maldad, proferiré mis juicios contra los
que me dejaron, e incensaron a dioses extraños, y la obra de
sus manos adoraron.
17 Tú,
pues, ciñe tus lomos, levántate, y háblales todo cuanto te
mande; no temas delante de ellos, para que no te haga yo
quebrantar delante de ellos.
18 Porque
he aquí que yo te he puesto en este día como ciudad
fortificada, como columna de hierro, y como muro de bronce
contra toda esta tierra, contra los reyes de Judá, sus
príncipes, sus sacerdotes, y el pueblo de la tierra.
19 Y
pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy
contigo, dice Jehová, para librarte. |
1.¿Quiénes fueron los reyes cuando Jeremías profetizó? (1-3)
2. ¿Cuándo fue ordenado Jeremías para ser un profeta? (5)
3. ¿Qué puso el Señor en la boca de Jeremías? (9)
4. ¿Qué dos cosas vio Jeremías? (11,13)
5. ¿Qué hizo el Señor hacer a Jeremías? (18)
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Capitulo 2
Jehová y
la apostasía de Israel
2:1
Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
2 Anda
y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice Jehová:
Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor
de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto,
en tierra no sembrada.
3 Santo
era Israel a Jehová, primicias de sus nuevos frutos. Todos los
que le devoraban eran culpables; mal venía sobre ellos, dice
Jehová.
4 Oíd
la palabra de Jehová, casa de Jacob, y todas las familias de
la casa de Israel.
5 Así
dijo Jehová: ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que
se alejaron de mí, y se fueron tras la vanidad y se hicieron
vanos?
6 Y
no dijeron: ¿Dónde está Jehová, que nos hizo subir de la
tierra de Egipto, que nos condujo por el desierto, por una
tierra desierta y despoblada, por tierra seca y de sombra de
muerte, por una tierra por la cual no pasó varón, ni allí
habitó hombre?
7 Y
os introduje en tierra de abundancia, para que comieseis su
fruto y su bien; pero entrasteis y contaminasteis mi tierra, e
hicisteis abominable mi heredad.
8 Los
sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está Jehová? y los que tenían la
ley no me conocieron; y los pastores se rebelaron contra mí, y
los profetas profetizaron en nombre de Baal, y anduvieron tras
lo que no aprovecha.
9 Por
tanto, contenderé aún con vosotros, dijo Jehová, y con los
hijos de vuestros hijos pleitearé.
10 Porque
pasad a las costas de Quitim y mirad; y enviad a Cedar, y
considerad cuidadosamente, y ved si se ha hecho cosa semejante
a esta.
11 ¿Acaso
alguna nación ha cambiado sus dioses, aunque ellos no son
dioses? Sin embargo, mi pueblo ha trocado su gloria por lo que
no aprovecha.
12 Espantaos,
cielos, sobre esto, y horrorizaos; desolaos en gran manera,
dijo Jehová.
13 Porque
dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua
viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no
retienen agua.
14 ¿Es
Israel siervo? ¿es esclavo? ¿Por qué ha venido a ser presa?
15 Los
cachorros del león rugieron contra él, alzaron su voz, y
asolaron su tierra; quemadas están sus ciudades, sin morador.
16 Aun
los hijos de Menfis y de Tafnes te quebrantaron la coronilla.
17 ¿No
te acarreó esto el haber dejado a Jehová tu Dios, cuando te
conducía por el camino?
18 Ahora,
pues, ¿qué tienes tú en el camino de Egipto, para que bebas
agua del Nilo? ¿Y qué tienes tú en el camino de Asiria, para
que bebas agua del Eufrates?
19 Tu
maldad te castigará, y tus rebeldías te condenarán; sabe, pues,
y ve cuán malo y amargo es el haber dejado tú a Jehová tu Dios,
y faltar mi temor en ti, dice el Señor, Jehová de los
ejércitos.
20 Porque
desde muy atrás rompiste tu yugo y tus ataduras, y dijiste: No
serviré. Con todo eso, sobre todo collado alto y debajo de
todo árbol frondoso te echabas como ramera.
21 Te
planté de vid escogida, simiente verdadera toda ella; ¿cómo,
pues, te me has vuelto sarmiento de vid extraña?
22 Aunque
te laves con lejía, y amontones jabón sobre ti, la mancha de
tu pecado permanecerá aún delante de mí, dijo Jehová el Señor.
23 ¿Cómo
puedes decir: No soy inmunda, nunca anduve tras los baales?
Mira tu proceder en el valle, conoce lo que has hecho,
dromedaria ligera que tuerce su camino,
24 asna
montés acostumbrada al desierto, que en su ardor olfatea el
viento. De su lujuria, ¿quién la detendrá? Todos los que la
buscaren no se fatigarán, porque en el tiempo de su celo la
hallarán.
25 Guarda
tus pies de andar descalzos, y tu garganta de la sed. Mas
dijiste: No hay remedio en ninguna manera, porque a extraños
he amado, y tras ellos he de ir.
26 Como
se averg:uenza el ladrón cuando es descubierto, así se
avergonzará la casa de Israel, ellos, sus reyes, sus príncipes,
sus sacerdotes y sus profetas,
27 que
dicen a un leño: Mi padre eres tú; y a una piedra: Tú me has
engendrado. Porque me volvieron la cerviz, y no el rostro; y
en el tiempo de su calamidad dicen: Levántate, y líbranos.
28 ¿Y
dónde están tus dioses que hiciste para ti? Levántense ellos,
a ver si te podrán librar en el tiempo de tu aflicción; porque
según el número de tus ciudades, oh Judá, fueron tus dioses.
29 ¿Por
qué porfías conmigo? Todos vosotros prevaricasteis contra mí,
dice Jehová.
30 En
vano he azotado a vuestros hijos; no han recibido corrección.
Vuestra espada devoró a vuestros profetas como león
destrozador.
31 !!Oh
generación! atended vosotros a la palabra de Jehová. ¿He sido
yo un desierto para Israel, o tierra de tinieblas? ¿Por qué ha
dicho mi pueblo: Somos libres; nunca más vendremos a ti?
32 ¿Se
olvida la virgen de su atavío, o la desposada de sus galas?
Pero mi pueblo se ha olvidado de mí por innumerables días.
33 ¿Por
qué adornas tu camino para hallar amor? Aun a las malvadas
enseñaste tus caminos.
34 Aun
en tus faldas se halló la sangre de los pobres, de los
inocentes. No los hallaste en ningún delito; sin embargo, en
todas estas cosas dices:
35 Soy
inocente, de cierto su ira se apartó de mí. He aquí yo entraré
en juicio contigo, porque dijiste: No he pecado.
36 ¿Para
qué discurres tanto, cambiando tus caminos? También serás
avergonzada de Egipto, como fuiste avergonzada de Asiria.
37 También
de allí saldrás con tus manos sobre tu cabeza, porque Jehová
desechó a aquellos en quienes tú confiabas, y no prosperarás
por ellos. |
1. ¿Qué hizo
Israel cuando el Señor los llevó a la tierra? (7)
2. ¿Por qué cosa la gente de Dios cambió su gloria? (11)
3. ¿Qué dos males cometió el pueblo de Dios? (13)
4. ¿De qué se olvidó el pueblo de Dios? (32)
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Capitulo 3
3:1
Dicen: Si
alguno dejare a su mujer, y yéndose ésta de él se juntare a
otro hombre, ¿volverá a ella más? ¿No será tal tierra del todo
amancillada? Tú, pues, has fornicado con muchos amigos; mas !!vuélvete
a mí! dice Jehová.
2 Alza
tus ojos a las alturas, y ve en qué lugar no te hayas
prostituido. Junto a los caminos te sentabas para ellos como
árabe en el desierto, y con tus fornicaciones y con tu maldad
has contaminado la tierra.
3 Por
esta causa las aguas han sido detenidas, y faltó la lluvia
tardía; y has tenido frente de ramera, y no quisiste tener
verg:uenza.
4 A
lo menos desde ahora, ¿no me llamarás a mí, Padre mío, guiador
de mi juventud?
5 ¿Guardará
su enojo para siempre? ¿Eternamente lo guardará? He aquí que
has hablado y hecho cuantas maldades pudiste.
Jehová
exhorta a Israel y a Judá al arrepentimiento
6 Me
dijo Jehová en días del rey Josías: ¿Has visto lo que ha hecho
la rebelde Israel? Ella se va sobre todo monte alto y debajo
de todo árbol frondoso, y allí fornica.
7 Y
dije: Después de hacer todo esto, se volverá a mí; pero no se
volvió, y lo vio su hermana la rebelde Judá.
8 Ella
vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había
despedido y dado carta de repudio; pero no tuvo temor la
rebelde Judá su hermana, sino que también fue ella y fornicó.
9 Y
sucedió que por juzgar ella cosa liviana su fornicación, la
tierra fue contaminada, y adulteró con la piedra y con el leño.
10 Con
todo esto, su hermana la rebelde Judá no se volvió a mí de
todo corazón, sino fingidamente, dice Jehová.
11 Y
me dijo Jehová: Ha resultado justa la rebelde Israel en
comparación con la desleal Judá.
12 Ve
y clama estas palabras hacia el norte, y di: Vuélvete, oh
rebelde Israel, dice Jehová; no haré caer mi ira sobre ti,
porque misericordioso soy yo, dice Jehová, no guardaré para
siempre el enojo.
13 Reconoce,
pues, tu maldad, porque contra Jehová tu Dios has prevaricado,
y fornicaste con los extraños debajo de todo árbol frondoso, y
no oíste mi voz, dice Jehová.
14 Convertíos,
hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo; y
os tomaré uno de cada ciudad, y dos de cada familia, y os
introduciré en Sion;
15 y
os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con
ciencia y con inteligencia.
16 Y
acontecerá que cuando os multipliquéis y crezcáis en la tierra,
en esos días, dice Jehová, no se dirá más: Arca del pacto de
Jehová; ni vendrá al pensamiento, ni se acordarán de ella, ni
la echarán de menos, ni se hará otra.
17 En
aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono de Jehová, y todas
las naciones vendrán a ella en el nombre de Jehová en
Jerusalén; ni andarán más tras la dureza de su malvado corazón.
18 En
aquellos tiempos irán de la casa de Judá a la casa de Israel,
y vendrán juntamente de la tierra del norte a la tierra que
hice heredar a vuestros padres.
19 Yo
preguntaba: ¿Cómo os pondré por hijos, y os daré la tierra
deseable, la rica heredad de las naciones? Y dije: Me
llamaréis: Padre mío, y no os apartaréis de en pos de mí.
20 Pero
como la esposa infiel abandona a su compañero, así
prevaricasteis contra mí, oh casa de Israel, dice Jehová.
21 Voz
fue oída sobre las alturas, llanto de los ruegos de los hijos
de Israel; porque han torcido su camino, de Jehová su Dios se
han olvidado.
22 Convertíos,
hijos rebeldes, y sanaré vuestras rebeliones. He aquí nosotros
venimos a ti, porque tú eres Jehová nuestro Dios.
23 Ciertamente
vanidad son los collados, y el bullicio sobre los montes;
ciertamente en Jehová nuestro Dios está la salvación de
Israel.
24 Confusión
consumió el trabajo de nuestros padres desde nuestra juventud;
sus ovejas, sus vacas, sus hijos y sus hijas.
25 Yacemos
en nuestra confusión, y nuestra afrenta nos cubre; porque
pecamos contra Jehová nuestro Dios, nosotros y nuestros
padres, desde nuestra juventud y hasta este día, y no hemos
escuchado la voz de Jehová nuestro Dios. |
1.A pesar
de sus apostasías ,¿qué iba Dios a dar a Israel? (15)
2.¿Cómo había Israel tratado con Dios? (20)
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Capitulo 4
4:1
Si te
volvieres, oh Israel, dice Jehová, vuélvete a mí. Y si
quitares de delante de mí tus abominaciones, y no anduvieres
de acá para allá,
2 y
jurares: Vive Jehová, en verdad, en juicio y en justicia,
entonces las naciones serán benditas en él, y en él se
gloriarán.
3 Porque
así dice Jehová a todo varón de Judá y de Jerusalén: Arad
campo para vosotros, y no sembréis entre espinos.
4 Circuncidaos
a Jehová, y quitad el prepucio de vuestro corazón, varones de
Judá y moradores de Jerusalén; no sea que mi ira salga como
fuego, y se encienda y no haya quien la apague, por la maldad
de vuestras obras.
Judá es
amenazada de invasión
5 Anunciad
en Judá, y proclamad en Jerusalén, y decid: Tocad trompeta en
la tierra; pregonad, juntaos, y decid: Reuníos, y entrémonos
en las ciudades fortificadas.
6 Alzad
bandera en Sion, huid, no os detengáis; porque yo hago venir
mal del norte, y quebrantamiento grande.
7 El
león sube de la espesura, y el destruidor de naciones está en
marcha, y ha salido de su lugar para poner tu tierra en
desolación; tus ciudades quedarán asoladas y sin morador.
8 Por
esto vestíos de cilicio, endechad y aullad; porque la ira de
Jehová no se ha apartado de nosotros.
9 En
aquel día, dice Jehová, desfallecerá el corazón del rey y el
corazón de los príncipes, y los sacerdotes estarán atónitos, y
se maravillarán los profetas.
10 Y
dije: !!Ay, ay, Jehová Dios! Verdaderamente en gran manera has
engañado a este pueblo y a Jerusalén, diciendo: Paz tendréis;
pues la espada ha venido hasta el alma.
11 En
aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén: Viento seco
de las alturas del desierto vino a la hija de mi pueblo, no
para aventar, ni para limpiar.
12 Viento
más vehemente que este vendrá a mí; y ahora yo pronunciaré
juicios contra ellos.
13 He
aquí que subirá como nube, y su carro como torbellino; más
ligeros son sus caballos que las águilas. !!Ay de nosotros,
porque entregados somos a despojo!
14 Lava
tu corazón de maldad, oh Jerusalén, para que seas salva. ¿Hasta
cuándo permitirás en medio de ti los pensamientos de iniquidad?
15 Porque
una voz trae las nuevas desde Dan, y hace oír la calamidad
desde el monte de Efraín.
16 Decid
a las naciones: He aquí, haced oír sobre Jerusalén: Guardas
vienen de tierra lejana, y lanzarán su voz contra las ciudades
de Judá.
17 Como
guardas de campo estuvieron en derredor de ella, porque se
rebeló contra mí, dice Jehová.
18 Tu
camino y tus obras te hicieron esto; esta es tu maldad, por lo
cual amargura penetrará hasta tu corazón.
19 !!Mis
entrañas, mis entrañas! Me duelen las fibras de mi corazón; mi
corazón se agita dentro de mí; no callaré; porque sonido de
trompeta has oído, oh alma mía, pregón de guerra.
20 Quebrantamiento
sobre quebrantamiento es anunciado; porque toda la tierra es
destruida; de repente son destruidas mis tiendas, en un
momento mis cortinas.
21 ¿Hasta
cuándo he de ver bandera, he de oír sonido de trompeta?
22 Porque
mi pueblo es necio, no me conocieron; son hijos ignorantes y
no son entendidos; sabios para hacer el mal, pero hacer el
bien no supieron.
23 Miré
a la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y a los
cielos, y no había en ellos luz.
24 Miré
a los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados
fueron destruidos.
25 Miré,
y no había hombre, y todas las aves del cielo se habían ido.
26 Miré,
y he aquí el campo fértil era un desierto, y todas sus
ciudades eran asoladas delante de Jehová, delante del ardor de
su ira.
27 Porque
así dijo Jehová: Toda la tierra será asolada; pero no la
destruiré del todo.
28 Por
esto se enlutará la tierra, y los cielos arriba se oscurecerán,
porque hablé, lo pensé, y no me arrepentí, ni desistiré de
ello.
29 Al
estruendo de la gente de a caballo y de los flecheros huyó
toda la ciudad; entraron en las espesuras de los bosques, y
subieron a los peñascos; todas las ciudades fueron abandonadas,
y no quedó en ellas morador alguno.
30 Y
tú, destruida, ¿qué harás? Aunque te vistas de grana, aunque
te adornes con atavíos de oro, aunque pintes con antimonio tus
ojos, en vano te engalanas; te menospreciarán tus amantes,
buscarán tu vida.
31 Porque
oí una voz como de mujer que está de parto, angustia como de
primeriza; voz de la hija de Sion que lamenta y extiende sus
manos, diciendo: !!Ay ahora de mí! que mi alma desmaya a causa
de los asesinos. |
1.¿Qué le dijo el Señor a los hombres de Judá? (3-4)
2.¿Qué pasaría a las ciudades de Judá? (7,26,29)
3.¿Qué dijo Dios acerca de su pueblo? (22)
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Capitulo 5
Impiedad
de Jerusalén y de Judá
5:1
Recorred las calles de Jerusalén, y mirad ahora, e informaos;
buscad en sus plazas a ver si halláis hombre, si hay alguno
que haga justicia, que busque verdad; y yo la perdonaré.
2 Aunque
digan: Vive Jehová, juran falsamente.
3 Oh
Jehová, ¿no miran tus ojos a la verdad? Los azotaste, y no les
dolió; los consumiste, y no quisieron recibir corrección;
endurecieron sus rostros más que la piedra, no quisieron
convertirse.
4 Pero
yo dije: Ciertamente éstos son pobres, han enloquecido, pues
no conocen el camino de Jehová, el juicio de su Dios.
5 Iré
a los grandes, y les hablaré; porque ellos conocen el camino
de Jehová, el juicio de su Dios. Pero ellos también quebraron
el yugo, rompieron las coyundas.
6 Por
tanto, el león de la selva los matará, los destruirá el lobo
del desierto, el leopardo acechará sus ciudades; cualquiera
que de ellas saliere será arrebatado; porque sus rebeliones se
han multiplicado, se han aumentado sus deslealtades.
7 ¿Cómo
te he de perdonar por esto? Sus hijos me dejaron, y juraron
por lo que no es Dios. Los sacié, y adulteraron, y en casa de
rameras se juntaron en compañías.
8 Como
caballos bien alimentados, cada cual relinchaba tras la mujer
de su prójimo.
9 ¿No
había de castigar esto? dijo Jehová. De una nación como esta,
¿no se había de vengar mi alma?
10 Escalad
sus muros y destruid, pero no del todo; quitad las almenas de
sus muros, porque no son de Jehová.
11 Porque
resueltamente se rebelaron contra mí la casa de Israel y la
casa de Judá, dice Jehová.
12 Negaron
a Jehová, y dijeron: El no es, y no vendrá mal sobre nosotros,
ni veremos espada ni hambre;
13 antes
los profetas serán como viento, porque no hay en ellos palabra;
así se hará a ellos.
14 Por
tanto, así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos: Porque
dijeron esta palabra, he aquí yo pongo mis palabras en tu boca
por fuego, y a este pueblo por leña, y los consumirá.
15 He
aquí yo traigo sobre vosotros gente de lejos, oh casa de
Israel, dice Jehová; gente robusta, gente antigua, gente cuya
lengua ignorarás, y no entenderás lo que hablare.
16 Su
aljaba como sepulcro abierto, todos valientes.
17 Y
comerá tu mies y tu pan, comerá a tus hijos y a tus hijas;
comerá tus ovejas y tus vacas, comerá tus viñas y tus higueras,
y a espada convertirá en nada tus ciudades fortificadas en que
confías.
18 No
obstante, en aquellos días, dice Jehová, no os destruiré del
todo.
19 Y
cuando dijeren: ¿Por qué Jehová el Dios nuestro hizo con
nosotros todas estas cosas?, entonces les dirás: De la manera
que me dejasteis a mí, y servisteis a dioses ajenos en vuestra
tierra, así serviréis a extraños en tierra ajena.
20 Anunciad
esto en la casa de Jacob, y haced que esto se oiga en Judá,
diciendo:
21 Oíd
ahora esto, pueblo necio y sin corazón, que tiene ojos y no ve,
que tiene oídos y no oye:
22 ¿A
mí no me temeréis? dice Jehová. ¿No os amedrentaréis ante mí,
que puse arena por término al mar, por ordenación eterna la
cual no quebrantará? Se levantarán tempestades, mas no
prevalecerán; bramarán sus ondas, mas no lo pasarán.
23 No
obstante, este pueblo tiene corazón falso y rebelde; se
apartaron y se fueron.
24 Y
no dijeron en su corazón: Temamos ahora a Jehová Dios nuestro,
que da lluvia temprana y tardía en su tiempo, y nos guarda los
tiempos establecidos de la siega.
25 Vuestras
iniquidades han estorbado estas cosas, y vuestros pecados
apartaron de vosotros el bien.
26 Porque
fueron hallados en mi pueblo impíos; acechaban como quien pone
lazos, pusieron trampa para cazar hombres.
27 Como
jaula llena de pájaros, así están sus casas llenas de engaño;
así se hicieron grandes y ricos.
28 Se
engordaron y se pusieron lustrosos, y sobrepasaron los hechos
del malo; no juzgaron la causa, la causa del huérfano; con
todo, se hicieron prósperos, y la causa de los pobres no
juzgaron.
29 ¿No
castigaré esto? dice Jehová; ¿y de tal gente no se vengará mi
alma?
30 Cosa
espantosa y fea es hecha en la tierra;
31 los
profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes dirigían por
manos de ellos; y mi pueblo así lo quiso. ¿Qué, pues, haréis
cuando llegue el fin? |
1.¿Qué clase de hombre debían buscar? (1)
2.¿Qué traería el Señor a Israel? (15-17)
3.¿Cómo profetizaron los profetas? (31)
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Capitulo 6
El juicio
contra Jerusalén y Judá
6:1
Huid, hijos de Benjamín, de en medio de Jerusalén, y tocad
bocina en Tecoa, y alzad por señal humo sobre Bet-haquerem;
porque del norte se ha visto mal, y quebrantamiento grande.
2 Destruiré
a la bella y delicada hija de Sion.
3 Contra
ella vendrán pastores y sus rebaños; junto a ella plantarán
sus tiendas alrededor; cada uno apacentará en su lugar.
4 Anunciad
guerra contra ella; levantaos y asaltémosla a mediodía. !!Ay
de nosotros! que va cayendo ya el día, que las sombras de la
tarde se han extendido.
5 Levantaos
y asaltemos de noche, y destruyamos sus palacios.
6 Porque
así dijo Jehová de los ejércitos: Cortad árboles, y levantad
vallado contra Jerusalén; esta es la ciudad que ha de ser
castigada; toda ella está llena de violencia.
7 Como
la fuente nunca cesa de manar sus aguas, así ella nunca cesa
de manar su maldad; injusticia y robo se oyen en ella;
continuamente en mi presencia, enfermedad y herida.
8 Corrígete,
Jerusalén, para que no se aparte mi alma de ti, para que no te
convierta en desierto, en tierra inhabitada.
9 Así
dijo Jehová de los ejércitos: Del todo rebuscarán como a vid
el resto de Israel; vuelve tu mano como vendimiador entre los
sarmientos.
10 ¿A
quién hablaré y amonestaré, para que oigan? He aquí que sus
oídos son incircuncisos, y no pueden escuchar; he aquí que la
palabra de Jehová les es cosa vergonzosa, no la aman.
11 Por
tanto, estoy lleno de la ira de Jehová, estoy cansado de
contenerme; la derramaré sobre los niños en la calle, y sobre
la reunión de los jóvenes igualmente; porque será preso tanto
el marido como la mujer, tanto el viejo como el muy anciano.
12 Y
sus casas serán traspasadas a otros, sus heredades y también
sus mujeres; porque extenderé mi mano sobre los moradores de
la tierra, dice Jehová.
13 Porque
desde el más chico de ellos hasta el más grande, cada uno
sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote,
todos son engañadores.
14 Y
curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz;
y no hay paz.
15 ¿Se
han avergonzado de haber hecho abominación? Ciertamente no se
han avergonzado, ni aun saben tener verg:uenza; por tanto,
caerán entre los que caigan; cuando los castigue caerán, dice
Jehová.
16 Así
dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por
las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él,
y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No
andaremos.
17 Puse
también sobre vosotros atalayas, que dijesen: Escuchad al
sonido de la trompeta. Y dijeron ellos: No escucharemos.
18 Por
tanto, oíd, naciones, y entended, oh congregación, lo que
sucederá.
19 Oye,
tierra: He aquí yo traigo mal sobre este pueblo, el fruto de
sus pensamientos; porque no escucharon mis palabras, y
aborrecieron mi ley.
20 ¿Para
qué a mí este incienso de Sabá, y la buena caña olorosa de
tierra lejana? Vuestros holocaustos no son aceptables, ni
vuestros sacrificios me agradan.
21 Por
tanto, Jehová dice esto: He aquí yo pongo a este pueblo
tropiezos, y caerán en ellos los padres y los hijos juntamente;
el vecino y su compañero perecerán.
22 Así
ha dicho Jehová: He aquí que viene pueblo de la tierra del
norte, y una nación grande se levantará de los confines de la
tierra.
23 Arco
y jabalina empuñarán; crueles son, y no tendrán misericordia;
su estruendo brama como el mar, y montarán a caballo como
hombres dispuestos para la guerra, contra ti, oh hija de Sion.
24 Su
fama oímos, y nuestras manos se descoyuntaron; se apoderó de
nosotros angustia, dolor como de mujer que está de parto.
25 No
salgas al campo, ni andes por el camino; porque espada de
enemigo y temor hay por todas partes.
26 Hija
de mi pueblo, cíñete de cilicio, y revuélcate en ceniza; ponte
luto como por hijo único, llanto de amarguras; porque pronto
vendrá sobre nosotros el destruidor.
27 Por
fortaleza te he puesto en mi pueblo, por torre; conocerás,
pues, y examinarás el camino de ellos.
28 Todos
ellos son rebeldes, porfiados, andan chismeando; son bronce y
hierro; todos ellos son corruptores.
29 Se
quemó el fuelle, por el fuego se ha consumido el plomo; en
vano fundió el fundidor, pues la escoria no se ha arrancado.
30 Plata
desechada los llamarán, porque Jehová los desechó.
|
1.¿Cuál fue
la actitud de Jerusalén hacia la palabra de Jehová? (10)
2.¿Qué se le dio a todas las personas? (13)
3.¿Cuál fue su actitud cuando cometieron abominaciones? (15)
4.¿Qué nos instruye el Señor que preguntemos? (16)
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Capitulo 7
Mejorad
vuestros caminos y vuestras obras
7:1
Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo:
2 Ponte
a la puerta de la casa de Jehová, y proclama allí esta palabra,
y di: Oíd palabra de Jehová, todo Judá, los que entráis por
estas puertas para adorar a Jehová.
3 Así
ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Mejorad
vuestros caminos y vuestras obras, y os haré morar en este
lugar.
4 No
fiéis en palabras de mentira, diciendo: Templo de Jehová,
templo de Jehová, templo de Jehová es este.
5 Pero
si mejorareis cumplidamente vuestros caminos y vuestras obras;
si con verdad hiciereis justicia entre el hombre y su prójimo,
6 y
no oprimiereis al extranjero, al huérfano y a la viuda, ni en
este lugar derramareis la sangre inocente, ni anduviereis en
pos de dioses ajenos para mal vuestro,
7 os
haré morar en este lugar, en la tierra que di a vuestros
padres para siempre.
8 He
aquí, vosotros confiáis en palabras de mentira, que no
aprovechan.
9 Hurtando,
matando, adulterando, jurando en falso, e incensando a Baal, y
andando tras dioses extraños que no conocisteis,
10 ¿vendréis
y os pondréis delante de mí en esta casa sobre la cual es
invocado mi nombre, y diréis: Librados somos; para seguir
haciendo todas estas abominaciones?
11 ¿Es
cueva de ladrones delante de vuestros ojos esta casa sobre la
cual es invocado mi nombre? He aquí que también yo lo veo,
dice Jehová.
12 Andad
ahora a mi lugar en Silo, donde hice morar mi nombre al
principio, y ved lo que le hice por la maldad de mi pueblo
Israel.
13 Ahora,
pues, por cuanto vosotros habéis hecho todas estas obras, dice
Jehová, y aunque os hablé desde temprano y sin cesar, no
oísteis, y os llamé, y no respondisteis;
14 haré
también a esta casa sobre la cual es invocado mi nombre, en la
que vosotros confiáis, y a este lugar que di a vosotros y a
vuestros padres, como hice a Silo.
15 Os
echaré de mi presencia, como eché a todos vuestros hermanos, a
toda la generación de Efraín.
16 Tú,
pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni
oración, ni me ruegues; porque no te oiré.
17 ¿No
ves lo que éstos hacen en las ciudades de Judá y en las calles
de Jerusalén?
18 Los
hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las
mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo
y para hacer ofrendas a dioses ajenos, para provocarme a ira.
19 ¿Me
provocarán ellos a ira? dice Jehová. ¿No obran más bien ellos
mismos su propia confusión?
20 Por
tanto, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí que mi furor y mi
ira se derramarán sobre este lugar, sobre los hombres, sobre
los animales, sobre los árboles del campo y sobre los frutos
de la tierra; se encenderán, y no se apagarán.
Castigo de
la rebelión de Judá
21 Así
ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Añadid
vuestros holocaustos sobre vuestros sacrificios, y comed la
carne.
22 Porque
no hablé yo con vuestros padres, ni nada les mandé acerca de
holocaustos y de víctimas el día que los saqué de la tierra de
Egipto.
23 Mas
esto les mandé, diciendo: Escuchad mi voz, y seré a vosotros
por Dios, y vosotros me seréis por pueblo; y andad en todo
camino que os mande, para que os vaya bien.
24 Y
no oyeron ni inclinaron su oído; antes caminaron en sus
propios consejos, en la dureza de su corazón malvado, y fueron
hacia atrás y no hacia adelante,
25 desde
el día que vuestros padres salieron de la tierra de Egipto
hasta hoy. Y os envié todos los profetas mis siervos,
enviándolos desde temprano y sin cesar;
26 pero
no me oyeron ni inclinaron su oído, sino que endurecieron su
cerviz, e hicieron peor que sus padres.
27 Tú,
pues, les dirás todas estas palabras, pero no te oirán; los
llamarás, y no te responderán.
28 Les
dirás, por tanto: Esta es la nación que no escuchó la voz de
Jehová su Dios, ni admitió corrección; pereció la verdad, y de
la boca de ellos fue cortada.
29 Corta
tu cabello, y arrójalo, y levanta llanto sobre las alturas;
porque Jehová ha aborrecido y dejado la generación objeto de
su ira.
30 Porque
los hijos de Judá han hecho lo malo ante mis ojos, dice Jehová;
pusieron sus abominaciones en la casa sobre la cual fue
invocado mi nombre, amancillándola.
31 Y
han edificado los lugares altos de Tofet, que está en el valle
del hijo de Hinom, para quemar al fuego a sus hijos y a sus
hijas, cosa que yo no les mandé, ni subió en mi corazón.
32 Por
tanto, he aquí vendrán días, ha dicho Jehová, en que no se
diga más, Tofet, ni valle del hijo de Hinom, sino Valle de la
Matanza; y serán enterrados en Tofet, por no haber lugar.
33 Y
serán los cuerpos muertos de este pueblo para comida de las
aves del cielo y de las bestias de la tierra; y no habrá quien
las espante.
34 Y
haré cesar de las ciudades de Judá, y de las calles de
Jerusalén, la voz de gozo y la voz de alegría, la voz del
esposo y la voz de la esposa; porque la tierra será desolada.
|
1.¿Qué le
dijo el Señor a Judá que hiciera? (3)
2.¿Sobre quién se derramará la ira de Dios? (20)
3.¿Cómo respondieron ellos a los profetas del Señor? (25-26)
4.¿Qué será comida de las aves y las bestias? (33)
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Capitulo 8
8:1
En aquel
tiempo, dice Jehová, sacarán los huesos de los reyes de Judá,
y los huesos de sus príncipes, y los huesos de los sacerdotes,
y los huesos de los profetas, y los huesos de los moradores de
Jerusalén, fuera de sus sepulcros;
2 y
los esparcirán al sol y a la luna y a todo el ejército del
cielo, a quienes amaron y a quienes sirvieron, en pos de
quienes anduvieron, a quienes preguntaron, y ante quienes se
postraron. No serán recogidos ni enterrados; serán como
estiércol sobre la faz de la tierra.
3 Y
escogerá la muerte antes que la vida todo el resto que quede
de esta mala generación, en todos los lugares adonde arroje yo
a los que queden, dice Jehová de los ejércitos.
4 Les
dirás asimismo: Así ha dicho Jehová: El que cae, ¿no se
levanta? El que se desvía, ¿no vuelve al camino?
5 ¿Por
qué es este pueblo de Jerusalén rebelde con rebeldía perpetua?
Abrazaron el engaño, y no han querido volverse.
6 Escuché
y oí; no hablan rectamente, no hay hombre que se arrepienta de
su mal, diciendo: ¿Qué he hecho? Cada cual se volvió a su
propia carrera, como caballo que arremete con ímpetu a la
batalla.
7 Aun
la cig:ueña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la
grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi
pueblo no conoce el juicio de Jehová.
8 ¿Cómo
decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Jehová está con
nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma
mentirosa de los escribas.
9 Los
sabios se avergonzaron, se espantaron y fueron consternados;
he aquí que aborrecieron la palabra de Jehová; ¿y qué
sabiduría tienen?
10 Por
tanto, daré a otros sus mujeres, y sus campos a quienes los
conquisten; porque desde el más pequeño hasta el más grande
cada uno sigue la avaricia; desde el profeta hasta el
sacerdote todos hacen engaño.
11 Y
curaron la herida de la hija de mi pueblo con liviandad,
diciendo: Paz, paz; y no hay paz.
12 ¿Se
han avergonzado de haber hecho abominación? Ciertamente no se
han avergonzado en lo más mínimo, ni supieron avergonzarse;
caerán, por tanto, entre los que caigan; cuando los castigue
caerán, dice Jehová.
13 Los
cortaré del todo, dice Jehová. No quedarán uvas en la vid, ni
higos en la higuera, y se caerá la hoja; y lo que les he dado
pasará de ellos.
14 ¿Por
qué nos estamos sentados? Reuníos, y entremos en las ciudades
fortificadas, y perezcamos allí; porque Jehová nuestro Dios
nos ha destinado a perecer, y nos ha dado a beber aguas de
hiel, porque pecamos contra Jehová.
15 Esperamos
paz, y no hubo bien; día de curación, y he aquí turbación.
16 Desde
Dan se oyó el bufido de sus caballos; al sonido de los
relinchos de sus corceles tembló toda la tierra; y vinieron y
devoraron la tierra y su abundancia, a la ciudad y a los
moradores de ella.
17 Porque
he aquí que yo envío sobre vosotros serpientes, áspides contra
los cuales no hay encantamiento, y os morderán, dice Jehová.
Lamento
sobre Judá y Jerusalén
18 A
causa de mi fuerte dolor, mi corazón desfallece en mí.
19 He
aquí voz del clamor de la hija de mi pueblo, que viene de la
tierra lejana: ¿No está Jehová en Sion? ¿No está en ella su
Rey? ¿Por qué me hicieron airar con sus imágenes de talla, con
vanidades ajenas?
20 Pasó
la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos.
21 Quebrantado
estoy por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo;
entenebrecido estoy, espanto me ha arrebatado.
22 ¿No
hay bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico? ¿Por qué, pues, no
hubo medicina para la hija de mi pueblo? |
1.¿Qué van a hacer con los huesos de los reyes, sacerdotes y profetas?
(1-4)
2.¿Qué palabra se utiliza para describir sus rebeliones? (5)
3.¿Qué criaturas, en contraste con el pueblo de Dios, conocen el tiempo de
su venida? (7)
4.¿Qué ha pasado y terminado, pero no aun no fueron salvados? (20)
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Capitulo 9
9:1
!!Oh, si
mi cabeza se hiciese aguas, y mis ojos fuentes de lágrimas,
para que llore día y noche los muertos de la hija de mi
pueblo!
2 !!Oh,
quién me diese en el desierto un albergue de caminantes, para
que dejase a mi pueblo, y de ellos me apartase! Porque todos
ellos son adúlteros, congregación de prevaricadores.
3 Hicieron
que su lengua lanzara mentira como un arco, y no se
fortalecieron para la verdad en la tierra; porque de mal en
mal procedieron, y me han desconocido, dice Jehová.
4 Guárdese
cada uno de su compañero, y en ningún hermano tenga confianza;
porque todo hermano engaña con falacia, y todo compañero anda
calumniando.
5 Y
cada uno engaña a su compañero, y ninguno habla verdad;
acostumbraron su lengua a hablar mentira, se ocupan de actuar
perversamente.
6 Su
morada está en medio del engaño; por muy engañadores no
quisieron conocerme, dice Jehová.
7 Por
tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí que yo
los refinaré y los probaré; porque ¿qué más he de hacer por la
hija de mi pueblo?
8 Saeta
afilada es la lengua de ellos; engaño habla; con su boca dice
paz a su amigo, y dentro de sí pone sus asechanzas.
9 ¿No
los he de castigar por estas cosas? dice Jehová. De tal nación,
¿no se vengará mi alma?
10 Por
los montes levantaré lloro y lamentación, y llanto por los
pastizales del desierto; porque fueron desolados hasta no
quedar quien pase, ni oírse bramido de ganado; desde las aves
del cielo hasta las bestias de la tierra huyeron, y se fueron.
11 Reduciré
a Jerusalén a un montón de ruinas, morada de chacales; y
convertiré las ciudades de Judá en desolación en que no quede
morador.
Amenaza de
ruina y exilio
12 ¿Quién
es varón sabio que entienda esto? ¿y a quién habló la boca de
Jehová, para que pueda declararlo? ¿Por qué causa la tierra ha
perecido, ha sido asolada como desierto, hasta no haber quien
pase?
13 Dijo
Jehová: Porque dejaron mi ley, la cual di delante de ellos, y
no obedecieron a mi voz, ni caminaron conforme a ella;
14 antes
se fueron tras la imaginación de su corazón, y en pos de los
baales, según les enseñaron sus padres.
15 Por
tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel:
He aquí que a este pueblo yo les daré a comer ajenjo, y les
daré a beber aguas de hiel.
16 Y
los esparciré entre naciones que ni ellos ni sus padres
conocieron; y enviaré espada en pos de ellos, hasta que los
acabe.
17 Así
dice Jehová de los ejércitos: Considerad, y llamad plañideras
que vengan; buscad a las hábiles en su oficio;
18 y
dense prisa, y levanten llanto por nosotros, y desháganse
nuestros ojos en lágrimas, y nuestros párpados se destilen en
aguas.
19 Porque
de Sion fue oída voz de endecha: !!Cómo hemos sido destruidos!
En gran manera hemos sido avergonzados, porque abandonamos la
tierra, porque han destruido nuestras moradas.
20 Oíd,
pues, oh mujeres, palabra de Jehová, y vuestro oído reciba la
palabra de su boca: Enseñad endechas a vuestras hijas, y
lamentación cada una a su amiga.
21 Porque
la muerte ha subido por nuestras ventanas, ha entrado en
nuestros palacios, para exterminar a los niños de las calles,
a los jóvenes de las plazas.
22 Habla:
Así ha dicho Jehová: Los cuerpos de los hombres muertos caerán
como estiércol sobre la faz del campo, y como manojo tras el
segador, que no hay quien lo recoja.
El
conocimiento de Dios es la gloria del hombre
23 Así
dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su
valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus
riquezas.
24 Mas
alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y
conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y
justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.
25 He
aquí que vienen días, dice Jehová, en que castigaré a todo
circuncidado, y a todo incircunciso;
26 a
Egipto y a Judá, a Edom y a los hijos de Amón y de Moab, y a
todos los arrinconados en el postrer rincón, los que moran en
el desierto; porque todas las naciones son incircuncisas, y
toda la casa de Israel es incircuncisa de corazón.
|
1.¿Por
qué Jeremías quiere que sus ojos sean una fuente de lágrimas? (1)
2.¿Qué iba Dios a hacer de Jerusalén? (11)
3.¿Cuándo dispersaría Dios a los habitantes de Judá (16)
4.¿En qué no nos debemos gloriar? (23)
5.¿En qué nos debemos gloriar? (24)
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Capitulo 10
Los falsos
dioses y el Dios verdadero
10:1
Oíd la palabra que Jehová ha hablado sobre vosotros, oh casa
de Israel.
2 Así
dijo Jehová: No aprendáis el camino de las naciones, ni de las
señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman.
3 Porque
las costumbres de los pueblos son vanidad; porque leño del
bosque cortaron, obra de manos de artífice con buril.
4 Con
plata y oro lo adornan; con clavos y martillo lo afirman para
que no se mueva.
5 Derechos
están como palmera, y no hablan; son llevados, porque no
pueden andar. No tengáis temor de ellos, porque ni pueden
hacer mal, ni para hacer bien tienen poder.
6 No
hay semejante a ti, oh Jehová; grande eres tú, y grande tu
nombre en poderío.
7 ¿Quién
no te temerá, oh Rey de las naciones? Porque a ti es debido el
temor; porque entre todos los sabios de las naciones y en
todos sus reinos, no hay semejante a ti.
8 Todos
se infatuarán y entontecerán. Enseñanza de vanidades es el
leño.
9 Traerán
plata batida de Tarsis y oro de Ufaz, obra del artífice, y de
manos del fundidor; los vestirán de azul y de púrpura, obra de
peritos es todo.
10 Mas
Jehová es el Dios verdadero; él es Dios vivo y Rey eterno; a
su ira tiembla la tierra, y las naciones no pueden sufrir su
indignación.
11 Les
diréis así: Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra,
desaparezcan de la tierra y de debajo de los cielos.
12 El
que hizo la tierra con su poder, el que puso en orden el mundo
con su saber, y extendió los cielos con su sabiduría;
13 a
su voz se produce muchedumbre de aguas en el cielo, y hace
subir las nubes de lo postrero de la tierra; hace los
relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus depósitos.
14 Todo
hombre se embrutece, y le falta ciencia; se averg:uenza de su
ídolo todo fundidor, porque mentirosa es su obra de fundición,
y no hay espíritu en ella.
15 Vanidad
son, obra vana; al tiempo de su castigo perecerán.
16 No
es así la porción de Jacob; porque él es el Hacedor de todo, e
Israel es la vara de su heredad; Jehová de los ejércitos es su
nombre.
Asolamiento de Judá
17 Recoge
de las tierras tus mercaderías, la que moras en lugar
fortificado.
18 Porque
así ha dicho Jehová: He aquí que esta vez arrojaré con honda
los moradores de la tierra, y los afligiré, para que lo
sientan.
19 !!Ay
de mí, por mi quebrantamiento! mi llaga es muy dolorosa. Pero
dije: Ciertamente enfermedad mía es esta, y debo sufrirla.
20 Mi
tienda está destruida, y todas mis cuerdas están rotas; mis
hijos me han abandonado y perecieron; no hay ya más quien
levante mi tienda, ni quien cuelgue mis cortinas.
21 Porque
los pastores se infatuaron, y no buscaron a Jehová; por tanto,
no prosperaron, y todo su ganado se esparció.
22 He
aquí que voz de rumor viene, y alboroto grande de la tierra
del norte, para convertir en soledad todas las ciudades de
Judá, en morada de chacales.
23 Conozco,
oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del
hombre que camina es el ordenar sus pasos.
24 Castígame,
oh Jehová, mas con juicio; no con tu furor, para que no me
aniquiles.
25 Derrama
tu enojo sobre los pueblos que no te conocen, y sobre las
naciones que no invocan tu nombre; porque se comieron a Jacob,
lo devoraron, le han consumido, y han asolado su morada.
|
1.¿Quién es
como el Señor? (6-7)
2.¿Qué ha hecho Dios? (12)
3.¿Qué no es el hombre capaz de dirigir? (23)
Answers
to Jeremiah Study Questions
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Capitulo 11
El pacto
violado
11:1
Palabra que vino de Jehová a Jeremías, diciendo:
2 Oíd
las palabras de este pacto, y hablad a todo varón de Judá, y a
todo morador de Jerusalén.
3 Y
les dirás tú: Así dijo Jehová Dios de Israel: Maldito el varón
que no obedeciere las palabras de este pacto,
4 el
cual mandé a vuestros padres el día que los saqué de la tierra
de Egipto, del horno de hierro, diciéndoles: Oíd mi voz, y
cumplid mis palabras, conforme a todo lo que os mando; y me
seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios;
5 para
que confirme el juramento que hice a vuestros padres, que les
daría la tierra que fluye leche y miel, como en este día. Y
respondí y dije: Amén, oh Jehová.
6 Y
Jehová me dijo: Pregona todas estas palabras en las ciudades
de Judá y en las calles de Jerusalén, diciendo: Oíd las
palabras de este pacto, y ponedlas por obra.
7 Porque
solemnemente protesté a vuestros padres el día que les hice
subir de la tierra de Egipto, amonestándoles desde temprano y
sin cesar hasta el día de hoy, diciendo: Oíd mi voz.
8 Pero
no oyeron, ni inclinaron su oído, antes se fueron cada uno
tras la imaginación de su malvado corazón; por tanto, traeré
sobre ellos todas las palabras de este pacto, el cual mandé
que cumpliesen, y no lo cumplieron.
9 Y
me dijo Jehová: Conspiración se ha hallado entre los varones
de Judá, y entre los moradores de Jerusalén.
10 Se
han vuelto a las maldades de sus primeros padres, los cuales
no quisieron escuchar mis palabras, y se fueron tras dioses
ajenos para servirles; la casa de Israel y la casa de Judá
invalidaron mi pacto, el cual había yo concertado con sus
padres.
11 Por
tanto, así ha dicho Jehová: He aquí yo traigo sobre ellos mal
del que no podrán salir; y clamarán a mí, y no los oiré.
12 E
irán las ciudades de Judá y los moradores de Jerusalén, y
clamarán a los dioses a quienes queman ellos incienso, los
cuales no los podrán salvar en el tiempo de su mal.
13 Porque
según el número de tus ciudades fueron tus dioses, oh Judá; y
según el número de tus calles, oh Jerusalén, pusiste los
altares de ignominia, altares para ofrecer incienso a Baal.
14 Tú,
pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni
oración; porque yo no oiré en el día que en su aflicción
clamen a mí.
15 ¿Qué
derecho tiene mi amada en mi casa, habiendo hecho muchas
abominaciones? ¿Crees que los sacrificios y las carnes
santificadas de las víctimas pueden evitarte el castigo? ¿Puedes
gloriarte de eso?
16 Olivo
verde, hermoso en su fruto y en su parecer, llamó Jehová tu
nombre. A la voz de recio estrépito hizo encender fuego sobre
él, y quebraron sus ramas.
17 Porque
Jehová de los ejércitos que te plantó ha pronunciado mal
contra ti, a causa de la maldad que la casa de Israel y la
casa de Judá han hecho, provocándome a ira con incensar a
Baal.
Complot
contra Jeremías
18 Y
Jehová me lo hizo saber, y lo conocí; entonces me hiciste ver
sus obras.
19 Y
yo era como cordero inocente que llevan a degollar, pues no
entendía que maquinaban designios contra mí, diciendo:
Destruyamos el árbol con su fruto, y cortémoslo de la tierra
de los vivientes, para que no haya más memoria de su nombre.
20 Pero,
oh Jehová de los ejércitos, que juzgas con justicia, que
escudriñas la mente y el corazón, vea yo tu venganza de ellos;
porque ante ti he expuesto mi causa.
21 Por
tanto, así ha dicho Jehová acerca de los varones de Anatot que
buscan tu vida, diciendo: No profetices en nombre de Jehová,
para que no mueras a nuestras manos;
22 así,
pues, ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí que yo los
castigaré; los jóvenes morirán a espada, sus hijos y sus hijas
morirán de hambre,
23 y
no quedará remanente de ellos, pues yo traeré mal sobre los
varones de Anatot, el año de su castigo. |
1.¿Qué
hombre está maldito? (3)
2.¿Qué se encontró entre los hombres de Judá? (9)
3.¿Quién no salvará a Judá en el tiempo de su mal? (12)
4.¿Qué querían hacer los hombres de Anatot a Jeremías? (19-21)
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Capitulo 12
Queja de
Jeremías y respuesta de Dios
12:1
Justo eres tú, oh Jehová, para que yo dispute contigo; sin
embargo, alegaré mi causa ante ti. ¿Por qué es prosperado el
camino de los impíos, y tienen bien todos los que se portan
deslealmente?
2 Los
plantaste, y echaron raíces; crecieron y dieron fruto; cercano
estás tú en sus bocas, pero lejos de sus corazones.
3 Pero
tú, oh Jehová, me conoces; me viste, y probaste mi corazón
para contigo; arrebátalos como a ovejas para el degolladero, y
señálalos para el día de la matanza.
4 ¿Hasta
cuándo estará desierta la tierra, y marchita la hierba de todo
el campo? Por la maldad de los que en ella moran, faltaron los
ganados y las aves; porque dijeron: No verá Dios nuestro fin.
5 Si
corriste con los de a pie, y te cansaron, ¿cómo contenderás
con los caballos? Y si en la tierra de paz no estabas seguro,
¿cómo harás en la espesura del Jordán?
6 Porque
aun tus hermanos y la casa de tu padre, aun ellos se
levantaron contra ti, aun ellos dieron grito en pos de ti. No
los creas cuando bien te hablen.
7 He
dejado mi casa, desamparé mi heredad, he entregado lo que
amaba mi alma en mano de sus enemigos.
8 Mi
heredad fue para mí como león en la selva; contra mí dio su
rugido; por tanto, la aborrecí.
9 ¿Es
mi heredad para mí como ave de rapiña de muchos colores? ¿No
están contra ella aves de rapiña en derredor? Venid, reuníos,
vosotras todas las fieras del campo, venid a devorarla.
10 Muchos
pastores han destruido mi viña, hollaron mi heredad,
convirtieron en desierto y soledad mi heredad preciosa.
11 Fue
puesta en asolamiento, y lloró sobre mí desolada; fue asolada
toda la tierra, porque no hubo hombre que reflexionase.
12 Sobre
todas las alturas del desierto vinieron destruidores; porque
la espada de Jehová devorará desde un extremo de la tierra
hasta el otro; no habrá paz para ninguna carne.
13 Sembraron
trigo, y segaron espinos; tuvieron la heredad, mas no
aprovecharon nada; se avergonzarán de sus frutos, a causa de
la ardiente ira de Jehová.
14 Así
dijo Jehová contra todos mis malos vecinos, que tocan la
heredad que hice poseer a mi pueblo Israel: He aquí que yo los
arrancaré de su tierra, y arrancaré de en medio de ellos a la
casa de Judá.
15 Y
después que los haya arrancado, volveré y tendré misericordia
de ellos, y los haré volver cada uno a su heredad y cada cual
a su tierra.
16 Y
si cuidadosamente aprendieren los caminos de mi pueblo, para
jurar en mi nombre, diciendo: Vive Jehová, así como enseñaron
a mi pueblo a jurar por Baal, ellos serán prosperados en medio
de mi pueblo.
17 Mas
si no oyeren, arrancaré esa nación, sacándola de raíz y
destruyéndola, dice Jehová. |
1. ¿Qué
preguntas turbaban a Jeremías?
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Capitulo 13
La señal del cinto podrido
13:1
Así me dijo Jehová: Ve y cómprate un cinto de lino, y cíñelo
sobre tus lomos, y no lo metas en agua.
2 Y
compré el cinto conforme a la palabra de Jehová, y lo puse
sobre mis lomos.
3 Vino
a mí segunda vez palabra de Jehová, diciendo:
4 Toma
el cinto que compraste, que está sobre tus lomos, y levántate
y vete al Eufrates, y escóndelo allá en la hendidura de una
peña.
5 Fui,
pues, y lo escondí junto al Eufrates, como Jehová me mandó.
6 Y
sucedió que después de muchos días me dijo Jehová: Levántate y
vete al Eufrates, y toma de allí el cinto que te mandé
esconder allá.
7 Entonces
fui al Eufrates, y cavé, y tomé el cinto del lugar donde lo
había escondido; y he aquí que el cinto se había podrido; para
ninguna cosa era bueno.
8 Y
vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
9 Así
ha dicho Jehová: Así haré podrir la soberbia de Judá, y la
mucha soberbia de Jerusalén.
10 Este
pueblo malo, que no quiere oír mis palabras, que anda en las
imaginaciones de su corazón, y que va en pos de dioses ajenos
para servirles, y para postrarse ante ellos, vendrá a ser como
este cinto, que para ninguna cosa es bueno.
11 Porque
como el cinto se junta a los lomos del hombre, así hice juntar
a mí toda la casa de Israel y toda la casa de Judá, dice
Jehová, para que me fuesen por pueblo y por fama, por alabanza
y por honra; pero no escucharon.
La señal de las tinajas llenas
12 Les
dirás, pues, esta palabra: Así ha dicho Jehová, Dios de
Israel: Toda tinaja se llenará de vino. Y ellos te dirán: ¿No
sabemos que toda tinaja se llenará de vino?
13 Entonces
les dirás: Así ha dicho Jehová: He aquí que yo lleno de
embriaguez a todos los moradores de esta tierra, y a los reyes
de la estirpe de David que se sientan sobre su trono, a los
sacerdotes y profetas, y a todos los moradores de Jerusalén;
14 y
los quebrantaré el uno contra el otro, los padres con los
hijos igualmente, dice Jehová; no perdonaré, ni tendré piedad
ni misericordia, para no destruirlos.
Judá será llevada en cautiverio
15 Escuchad
y oíd; no os envanezcáis, pues Jehová ha hablado.
16 Dad
gloria a Jehová Dios vuestro, antes que haga venir tinieblas,
y antes que vuestros pies tropiecen en montes de oscuridad, y
esperéis luz, y os la vuelva en sombra de muerte y tinieblas.
17 Mas
si no oyereis esto, en secreto llorará mi alma a causa de
vuestra soberbia; y llorando amargamente se desharán mis ojos
en lágrimas, porque el rebaño de Jehová fue hecho cautivo.
18 Di
al rey y a la reina: Humillaos, sentaos en tierra; porque la
corona de vuestra gloria ha caído de vuestras cabezas.
19 Las
ciudades del Neguev fueron cerradas, y no hubo quien las
abriese; toda Judá fue transportada, llevada en cautiverio fue
toda ella.
20 Alzad
vuestros ojos, y ved a los que vienen del norte. ¿Dónde está
el rebaño que te fue dado, tu hermosa grey?
21 ¿Qué
dirás cuando él ponga como cabeza sobre ti a aquellos a
quienes tú enseñaste a ser tus amigos? ¿No te darán dolores
como de mujer que está de parto?
22 Si
dijeres en tu corazón: ¿Por qué me ha sobrevenido esto? Por la
enormidad de tu maldad fueron descubiertas tus faldas, fueron
desnudados tus calcañares.
23 ¿Mudará
el etíope su piel, y el leopardo sus manchas? Así también, ¿podréis
vosotros hacer bien, estando habituados a hacer mal?
24 Por
tanto, yo los esparciré al viento del desierto, como tamo que
pasa.
25 Esta
es tu suerte, la porción que yo he medido para ti, dice Jehová,
porque te olvidaste de mí y confiaste en la mentira.
26 Yo,
pues, descubriré también tus faldas delante de tu rostro, y se
manifestará tu ignominia,
27 tus
adulterios, tus relinchos, la maldad de tu fornicación sobre
los collados; en el campo vi tus abominaciones. !!Ay de ti,
Jerusalén! ¿No serás al fin limpia? ¿Cuánto tardarás tú en
purificarte? |
1.¿Qué
objeto usó Dios para mostrar a Jeremías como iba a podrir la soberbia de
Judá? (1-10)
2.¿Qué iba a hacer Dios con los habitantes de Jerusalén? (13-14)
3.¿Qué pasaría a todo Judá? (19)
4.¿A qué se compara alguien que está acostumbrado a hacer el mal, pero
trata de hacer el bien? (23)
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Capitulo 14
Mensaje con motivo de la sequía
14:1
Palabra de Jehová que vino a Jeremías, con motivo de la sequía.
2 Se
enlutó Judá, y sus puertas se despoblaron; se sentaron tristes
en tierra, y subió el clamor de Jerusalén.
3 Los
nobles enviaron sus criados al agua; vinieron a las lagunas, y
no hallaron agua; volvieron con sus vasijas vacías; se
avergonzaron, se confundieron, y cubrieron sus cabezas.
4 Porque
se resquebrajó la tierra por no haber llovido en el país,
están confusos los labradores, cubrieron sus cabezas.
5 Aun
las ciervas en los campos parían y dejaban la cría, porque no
había hierba.
6 Y
los asnos monteses se ponían en las alturas, aspiraban el
viento como chacales; sus ojos se ofuscaron porque no había
hierba.
7 Aunque
nuestras iniquidades testifican contra nosotros, oh Jehová,
actúa por amor de tu nombre; porque nuestras rebeliones se han
multiplicado, contra ti hemos pecado.
8 Oh
esperanza de Israel, Guardador suyo en el tiempo de la
aflicción, ¿por qué te has hecho como forastero en la tierra,
y como caminante que se retira para pasar la noche?
9 ¿Por
qué eres como hombre atónito, y como valiente que no puede
librar? Sin embargo, tú estás entre nosotros, oh Jehová, y
sobre nosotros es invocado tu nombre; no nos desampares.
10 Así
ha dicho Jehová acerca de este pueblo: Se deleitaron en vagar,
y no dieron reposo a sus pies; por tanto, Jehová no se agrada
de ellos; se acordará ahora de su maldad, y castigará sus
pecados.
11 Me
dijo Jehová: No ruegues por este pueblo para bien.
12 Cuando
ayunen, yo no oiré su clamor, y cuando ofrezcan holocausto y
ofrenda no lo aceptaré, sino que los consumiré con espada, con
hambre y con pestilencia.
13 Y
yo dije: !!Ah! !!Ah, Señor Jehová! He aquí que los profetas
les dicen: No veréis espada, ni habrá hambre entre vosotros,
sino que en este lugar os daré paz verdadera.
14 Me
dijo entonces Jehová: Falsamente profetizan los profetas en mi
nombre; no los envié, ni les mandé, ni les hablé; visión
mentirosa, adivinación, vanidad y engaño de su corazón os
profetizan.
15 Por
tanto, así ha dicho Jehová sobre los profetas que profetizan
en mi nombre, los cuales yo no envié, y que dicen: Ni espada
ni hambre habrá en esta tierra; con espada y con hambre serán
consumidos esos profetas.
16 Y
el pueblo a quien profetizan será echado en las calles de
Jerusalén por hambre y por espada, y no habrá quien los
entierre a ellos, a sus mujeres, a sus hijos y a sus hijas; y
sobre ellos derramaré su maldad.
17 Les
dirás, pues, esta palabra: Derramen mis ojos lágrimas noche y
día, y no cesen; porque de gran quebrantamiento es quebrantada
la virgen hija de mi pueblo, de plaga muy dolorosa.
18 Si
salgo al campo, he aquí muertos a espada; y si entro en la
ciudad, he aquí enfermos de hambre; porque tanto el profeta
como el sacerdote anduvieron vagando en la tierra, y no
entendieron.
19 ¿Has
desechado enteramente a Judá? ¿Ha aborrecido tu alma a Sion? ¿Por
qué nos hiciste herir sin que haya remedio? Esperamos paz, y
no hubo bien; tiempo de curación, y he aquí turbación.
20 Reconocemos,
oh Jehová, nuestra impiedad, la iniquidad de nuestros padres;
porque contra ti hemos pecado.
21 Por
amor de tu nombre no nos deseches, ni deshonres tu glorioso
trono; acuérdate, no invalides tu pacto con nosotros.
22 ¿Hay
entre los ídolos de las naciones quien haga llover? ¿y darán
los cielos lluvias? ¿No eres tú, Jehová, nuestro Dios? En ti,
pues, esperamos, pues tú hiciste todas estas cosas.
|
1.¿Qué confesó
Jeremías por Judá? (7,20)
2.¿Para qué no debía orar Jeremías? (11)
3.¿Qué profetizaron los falsos profetas? (13-14)
4.¿Qué va a pasar con estos profetas y el pueblo a quien profetizan?
(15-16)
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Capitulo 15
La implacable ira de Dios contra Judá
15:1
Me dijo Jehová: Si Moisés y Samuel se pusieran delante de mí,
no estaría mi voluntad con este pueblo; échalos de mi
presencia, y salgan.
2 Y
si te preguntaren: ¿A dónde saldremos? les dirás: Así ha dicho
Jehová: El que a muerte, a muerte; el que a espada, a espada;
el que a hambre, a hambre; y el que a cautiverio, a cautiverio.
3 Y
enviaré sobre ellos cuatro géneros de castigo, dice Jehová:
espada para matar, y perros para despedazar, y aves del cielo
y bestias de la tierra para devorar y destruir.
4 Y
los entregaré para terror a todos los reinos de la tierra, a
causa de Manasés hijo de Ezequías, rey de Judá, por lo que
hizo en Jerusalén.
5 Porque
¿quién tendrá compasión de ti, oh Jerusalén? ¿Quién se
entristecerá por tu causa, o quién vendrá a preguntar por tu
paz?
6 Tú
me dejaste, dice Jehová; te volviste atrás; por tanto, yo
extenderé sobre ti mi mano y te destruiré; estoy cansado de
arrepentirme.
7 Aunque
los aventé con aventador hasta las puertas de la tierra, y
dejé sin hijos a mi pueblo y lo desbaraté, no se volvieron de
sus caminos.
8 Sus
viudas se me multiplicaron más que la arena del mar; traje
contra ellos destruidor a mediodía sobre la madre y sobre los
hijos; hice que de repente cayesen terrores sobre la ciudad.
9 Languideció
la que dio a luz siete; se llenó de dolor su alma, su sol se
puso siendo aún de día; fue avergonzada y llena de confusión;
y lo que de ella quede, lo entregaré a la espada delante de
sus enemigos, dice Jehová.
10 !!Ay
de mí, madre mía, que me engendraste hombre de contienda y
hombre de discordia para toda la tierra! Nunca he dado ni
tomado en préstamo, y todos me maldicen.
11 !!Sea
así, oh Jehová, si no te he rogado por su bien, si no he
suplicado ante ti en favor del enemigo en tiempo de aflicción
y en época de angustia!
12 ¿Puede
alguno quebrar el hierro, el hierro del norte y el bronce?
13 Tus
riquezas y tus tesoros entregaré a la rapiña sin ningún precio,
por todos tus pecados, y en todo tu territorio.
14 Y
te haré servir a tus enemigos en tierra que no conoces; porque
fuego se ha encendido en mi furor, y arderá sobre vosotros.
Jehová reanima a Jeremías
15 Tú
lo sabes, oh Jehová; acuérdate de mí, y visítame, y véngame de
mis enemigos. No me reproches en la prolongación de tu enojo;
sabes que por amor de ti sufro afrenta.
16 Fueron
halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por
gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó
sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.
17 No
me senté en compañía de burladores, ni me engreí a causa de tu
profecía; me senté solo, porque me llenaste de indignación.
18 ¿Por
qué fue perpetuo mi dolor, y mi herida desahuciada no admitió
curación? ¿Serás para mí como cosa ilusoria, como aguas que no
son estables?
19 Por
tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré,
y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo
vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te
conviertas a ellos.
20 Y
te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, y
pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy
contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová.
21 Y
te libraré de la mano de los malos, y te redimiré de la mano
de los fuertes. |
1.El Señor dijo
que no iba a cambiar de opinión en relación con su pueblo, incluso si
cuáles dos personas se presentaban delante de él? (1)
2.¿Cuál es el futuro de los que Dios iba a castigar? (2-4)
3.¿Qué
actitud tenía Jeremías hacia la palabra del Señor? (16)
4.¿Qué debía tomar Jeremías de lo vil? (19)
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Capitulo 16
Juicio de Jehová contra Judá
16:1
Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
2 No
tomarás para ti mujer, ni tendrás hijos ni hijas en este lugar.
3 Porque
así ha dicho Jehová acerca de los hijos y de las hijas que
nazcan en este lugar, de sus madres que los den a luz y de los
padres que los engendren en esta tierra:
4 De
dolorosas enfermedades morirán; no serán plañidos ni
enterrados; serán como estiércol sobre la faz de la tierra;
con espada y con hambre serán consumidos, y sus cuerpos
servirán de comida a las aves del cielo y a las bestias de la
tierra.
5 Porque
así ha dicho Jehová: No entres en casa de luto, ni vayas a
lamentar, ni los consueles; porque yo he quitado mi paz de
este pueblo, dice Jehová, mi misericordia y mis piedades.
6 Morirán
en esta tierra grandes y pequeños; no se enterrarán, ni los
plañirán, ni se rasgarán ni se raerán los cabellos por ellos;
7 ni
partirán pan por ellos en el luto para consolarlos de sus
muertos; ni les darán a beber vaso de consolaciones por su
padre o por su madre.
8 Asimismo
no entres en casa de banquete, para sentarte con ellos a comer
o a beber.
9 Porque
así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí
que yo haré cesar en este lugar, delante de vuestros ojos y en
vuestros días, toda voz de gozo y toda voz de alegría, y toda
voz de esposo y toda voz de esposa.
10 Y
acontecerá que cuando anuncies a este pueblo todas estas cosas,
te dirán ellos: ¿Por qué anuncia Jehová contra nosotros todo
este mal tan grande? ¿Qué maldad es la nuestra, o qué pecado
es el nuestro, que hemos cometido contra Jehová nuestro Dios?
11 Entonces
les dirás: Porque vuestros padres me dejaron, dice Jehová, y
anduvieron en pos de dioses ajenos, y los sirvieron, y ante
ellos se postraron, y me dejaron a mí y no guardaron mi ley;
12 y
vosotros habéis hecho peor que vuestros padres; porque he aquí
que vosotros camináis cada uno tras la imaginación de su
malvado corazón, no oyéndome a mí.
13 Por
tanto, yo os arrojaré de esta tierra a una tierra que ni
vosotros ni vuestros padres habéis conocido, y allá serviréis
a dioses ajenos de día y de noche; porque no os mostraré
clemencia.
14 No
obstante, he aquí vienen días, dice Jehová, en que no se dirá
más: Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de
tierra de Egipto;
15 sino:
Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra
del norte, y de todas las tierras adonde los había arrojado; y
los volveré a su tierra, la cual di a sus padres.
16 He
aquí que yo envío muchos pescadores, dice Jehová, y los
pescarán, y después enviaré muchos cazadores, y los cazarán
por todo monte y por todo collado, y por las cavernas de los
peñascos.
17 Porque
mis ojos están sobre todos sus caminos, los cuales no se me
ocultaron, ni su maldad se esconde de la presencia de mis ojos.
18 Pero
primero pagaré al doble su iniquidad y su pecado; porque
contaminaron mi tierra con los cadáveres de sus ídolos, y de
sus abominaciones llenaron mi heredad.
19 Oh
Jehová, fortaleza mía y fuerza mía, y refugio mío en el tiempo
de la aflicción, a ti vendrán naciones desde los extremos de
la tierra, y dirán: Ciertamente mentira poseyeron nuestros
padres, vanidad, y no hay en ellos provecho.
20 ¿Hará
acaso el hombre dioses para sí? Mas ellos no son dioses.
21 Por
tanto, he aquí les enseñaré esta vez, les haré conocer mi mano
y mi poder, y sabrán que mi nombre es Jehová. |
1.¿Qué tres
cosas no debía hacer Jeremías? (2,5,8)
2.¿Cuál iba a ser el destino de los nacidos en Judá? (3-4)
3.¿Qué cosa iba a hacer Dios que cesara? (9)
4.¿Por qué iban a pasar estas cosas malas? (10-12)
5.¿Qué Dios quería que supieran? (21)
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Capitulo 17
El pecado escrito en el corazón de Judá
17:1
El pecado de Judá escrito está con cincel de hierro y con
punta de diamante; esculpido está en la tabla de su corazón, y
en los cuernos de sus altares,
2 mientras
sus hijos se acuerdan de sus altares y de sus imágenes de
Asera, que están junto a los árboles frondosos y en los
collados altos,
3 sobre
las montañas y sobre el campo. Todos tus tesoros entregaré al
pillaje por el pecado de tus lugares altos en todo tu
territorio.
4 Y
perderás la heredad que yo te di, y te haré servir a tus
enemigos en tierra que no conociste; porque fuego habéis
encendido en mi furor, que para siempre arderá.
5 Así
ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y
pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.
6 Será
como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien,
sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra
despoblada y deshabitada.
7 Bendito
el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.
8 Porque
será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la
corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor,
sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se
fatigará, ni dejará de dar fruto.
9 Engañoso
es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo
conocerá?
10 Yo
Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para
dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.
11 Como
la perdiz que cubre lo que no puso, es el que injustamente
amontona riquezas; en la mitad de sus días las dejará, y en su
postrimería será insensato.
12 Trono
de gloria, excelso desde el principio, es el lugar de nuestro
santuario.
13 !!Oh
Jehová, esperanza de Israel! todos los que te dejan serán
avergonzados; y los que se apartan de mí serán escritos en el
polvo, porque dejaron a Jehová, manantial de aguas vivas.
14 Sáname,
oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres
mi alabanza.
15 He
aquí que ellos me dicen: ¿Dónde está la palabra de Jehová? !!Que
se cumpla ahora!
16 Mas
yo no he ido en pos de ti para incitarte a su castigo, ni
deseé día de calamidad, tú lo sabes. Lo que de mi boca ha
salido, fue en tu presencia.
17 No
me seas tú por espanto, pues mi refugio eres tú en el día malo.
18 Averg:uéncense
los que me persiguen, y no me averg:uence yo; asómbrense ellos,
y yo no me asombre; trae sobre ellos día malo, y quebrántalos
con doble quebrantamiento.
Observancia del día de reposo
19 Así
me ha dicho Jehová: Ve y ponte a la puerta de los hijos del
pueblo, por la cual entran y salen los reyes de Judá, y ponte
en todas las puertas de Jerusalén,
20 y
diles: Oíd la palabra de Jehová, reyes de Judá, y todo Judá y
todos los moradores de Jerusalén que entráis por estas puertas.
21 Así
ha dicho Jehová: Guardaos por vuestra vida de llevar carga en
el día de reposo, y de meterla por las puertas de Jerusalén.
22 Ni
saquéis carga de vuestras casas en el día de reposo, ni hagáis
trabajo alguno, sino santificad el día de reposo, como mandé a
vuestros padres.
23 Pero
ellos no oyeron, ni inclinaron su oído, sino endurecieron su
cerviz para no oír, ni recibir corrección.
24 No
obstante, si vosotros me obedeciereis, dice Jehová, no
metiendo carga por las puertas de esta ciudad en el día de
reposo, sino que santificareis el día de reposo, no haciendo
en él ningún trabajo,
25 entrarán
por las puertas de esta ciudad, en carros y en caballos, los
reyes y los príncipes que se sientan sobre el trono de David,
ellos y sus príncipes, los varones de Judá y los moradores de
Jerusalén; y esta ciudad será habitada para siempre.
26 Y
vendrán de las ciudades de Judá, de los alrededores de
Jerusalén, de tierra de Benjamín, de la Sefela, de los montes
y del Neguev, trayendo holocausto y sacrificio, y ofrenda e
incienso, y trayendo sacrificio de alabanza a la casa de
Jehová.
27 Pero
si no me oyereis para santificar el día de reposo, y para no
traer carga ni meterla por las puertas de Jerusalén en día de
reposo, yo haré descender fuego en sus puertas, y consumirá
los palacios de Jerusalén, y no se apagará. |
1.¿Dónde está el pecado de Judá escrito? (1)
2.¿Quién está maldito? (5)
3.¿Quién es bendecido? (7)
4.¿Qué es engañoso y perverso? (9)
5.¿Quién terminará como un insensato? (11)
6.¿Qué no debían hacer en el día de reposo? (21-24)
>
Quiz on Jeremiah 1-17
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Capitulo 18
La señal del alfarero y el barro
18:1
Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo:
2 Levántate
y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras.
3 Y
descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre
la rueda.
4 Y
la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y
volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.
5 Entonces
vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
6 ¿No
podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de
Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del
alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.
7 En
un instante hablaré contra pueblos y contra reinos, para
arrancar, y derribar, y destruir.
8 Pero
si esos pueblos se convirtieren de su maldad contra la cual
hablé, yo me arrepentiré del mal que había pensado hacerles,
9 y
en un instante hablaré de la gente y del reino, para edificar
y para plantar.
10 Pero
si hiciere lo malo delante de mis ojos, no oyendo mi voz, me
arrepentiré del bien que había determinado hacerle.
11 Ahora,
pues, habla luego a todo hombre de Judá y a los moradores de
Jerusalén, diciendo: Así ha dicho Jehová: He aquí que yo
dispongo mal contra vosotros, y trazo contra vosotros
designios; conviértase ahora cada uno de su mal camino, y
mejore sus caminos y sus obras.
12 Y
dijeron: Es en vano; porque en pos de nuestros ídolos iremos,
y haremos cada uno el pensamiento de nuestro malvado corazón.
13 Por
tanto, así dijo Jehová: Preguntad ahora a las naciones, quién
ha oído cosa semejante. Gran fealdad ha hecho la virgen de
Israel.
14 ¿Faltará
la nieve del Líbano de la piedra del campo? ¿Faltarán las
aguas frías que corren de lejanas tierras?
15 Porque
mi pueblo me ha olvidado, incensando a lo que es vanidad, y ha
tropezado en sus caminos, en las sendas antiguas, para que
camine por sendas y no por camino transitado,
16 para
poner su tierra en desolación, objeto de burla perpetua; todo
aquel que pasare por ella se asombrará, y meneará la cabeza.
17 Como
viento solano los esparciré delante del enemigo; les mostraré
las espaldas y no el rostro, en el día de su perdición.
Conspiración del pueblo y oración de Jeremías
18 Y
dijeron: Venid y maquinemos contra Jeremías; porque la ley no
faltará al sacerdote, ni el consejo al sabio, ni la palabra al
profeta. Venid e hirámoslo de lengua, y no atendamos a ninguna
de sus palabras.
19 Oh
Jehová, mira por mí, y oye la voz de los que contienden
conmigo.
20 ¿Se
da mal por bien, para que hayan cavado hoyo a mi alma?
Acuérdate que me puse delante de ti para hablar bien por ellos,
para apartar de ellos tu ira.
21 Por
tanto, entrega sus hijos a hambre, dispérsalos por medio de la
espada, y queden sus mujeres sin hijos, y viudas; y sus
maridos sean puestos a muerte, y sus jóvenes heridos a espada
en la guerra.
22 Oigase
clamor de sus casas, cuando traigas sobre ellos ejército de
repente; porque cavaron hoyo para prenderme, y a mis pies han
escondido lazos.
23 Pero
tú, oh Jehová, conoces todo su consejo contra mí para muerte;
no perdones su maldad, ni borres su pecado de delante de tu
rostro; y tropiecen delante de ti; haz así con ellos en el
tiempo de tu enojo. |
1.¿A dónde le
dijo el Señor a Jeremías que fuera? (1-6)
2.¿Qué debía decir Jeremías a los hombres de Judá? (11)
3.¿Qué pensaban hacerle a Jeremías? (22-23)
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Capitulo 19
La señal de la vasija rota
19:1
Así dijo Jehová: Ve y compra una vasija de barro del alfarero,
y lleva contigo de los ancianos del pueblo, y de los ancianos
de los sacerdotes;
2 y
saldrás al valle del hijo de Hinom, que está a la entrada de
la puerta oriental, y proclamarás allí las palabras que yo te
hablaré.
3 Dirás,
pues: Oíd palabra de Jehová, oh reyes de Judá, y moradores de
Jerusalén. Así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel:
He aquí que yo traigo mal sobre este lugar, tal que a todo el
que lo oyere, le retiñan los oídos.
4 Porque
me dejaron, y enajenaron este lugar, y ofrecieron en él
incienso a dioses ajenos, los cuales no habían conocido ellos,
ni sus padres, ni los reyes de Judá; y llenaron este lugar de
sangre de inocentes.
5 Y
edificaron lugares altos a Baal, para quemar con fuego a sus
hijos en holocaustos al mismo Baal; cosa que no les mandé, ni
hablé, ni me vino al pensamiento.
6 Por
tanto, he aquí vienen días, dice Jehová, que este lugar no se
llamará más Tofet, ni valle del hijo de Hinom, sino Valle de
la Matanza.
7 Y
desvaneceré el consejo de Judá y de Jerusalén en este lugar, y
les haré caer a espada delante de sus enemigos, y en las manos
de los que buscan sus vidas; y daré sus cuerpos para comida a
las aves del cielo y a las bestias de la tierra.
8 Pondré
a esta ciudad por espanto y burla; todo aquel que pasare por
ella se asombrará, y se burlará sobre toda su destrucción.
9 Y
les haré comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas,
y cada uno comerá la carne de su amigo, en el asedio y en el
apuro con que los estrecharán sus enemigos y los que buscan
sus vidas.
10 Entonces
quebrarás la vasija ante los ojos de los varones que van
contigo,
11 y
les dirás: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Así
quebrantaré a este pueblo y a esta ciudad, como quien quiebra
una vasija de barro, que no se puede restaurar más; y en Tofet
se enterrarán, porque no habrá otro lugar para enterrar.
12 Así
haré a este lugar, dice Jehová, y a sus moradores, poniendo
esta ciudad como Tofet.
13 Las
casas de Jerusalén, y las casas de los reyes de Judá, serán
como el lugar de Tofet, inmundas, por todas las casas sobre
cuyos tejados ofrecieron incienso a todo el ejército del cielo,
y vertieron libaciones a dioses ajenos.
14 Y
volvió Jeremías de Tofet, adonde le envió Jehová a profetizar,
y se paró en el atrio de la casa de Jehová y dijo a todo el
pueblo:
15 Así
ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí, yo
traigo sobre esta ciudad y sobre todas sus villas todo el mal
que hablé contra ella; porque han endurecido su cerviz para no
oír mis palabras. |
1.¿Qué le
pasaría a los oídos de los que oirían hablar del juicio que Dios iba a
traer sobre Jerusalén? (3)
2.¿Cómo se llamaría Tofet, el valle del hijo de Hinom? (6)
3.¿Qué debía hacer Jeremías con la vasija de barro del alfarero? (1,10-12)
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Capitulo 20
Profecía contra Pasur
20:1
El sacerdote Pasur hijo de Imer, que presidía como príncipe en
la casa de Jehová, oyó a Jeremías que profetizaba estas
palabras.
2 Y
azotó Pasur al profeta Jeremías, y lo puso en el cepo que
estaba en la puerta superior de Benjamín, la cual conducía a
la casa de Jehová.
3 Y
el día siguiente Pasur sacó a Jeremías del cepo. Le dijo
entonces Jeremías: Jehová no ha llamado tu nombre Pasur, sino
Magor-misabib.
4 Porque
así ha dicho Jehová: He aquí, haré que seas un terror a ti
mismo y a todos los que bien te quieren, y caerán por la
espada de sus enemigos, y tus ojos lo verán; y a todo Judá
entregaré en manos del rey de Babilonia, y los llevará
cautivos a Babilonia, y los matará a espada.
5 Entregaré
asimismo toda la riqueza de esta ciudad, todo su trabajo y
todas sus cosas preciosas; y daré todos los tesoros de los
reyes de Judá en manos de sus enemigos, y los saquearán, y los
tomarán y los llevarán a Babilonia.
6 Y
tú, Pasur, y todos los moradores de tu casa iréis cautivos;
entrarás en Babilonia, y allí morirás, y allí serás enterrado
tú, y todos los que bien te quieren, a los cuales has
profetizado con mentira.
Lamento de Jeremías
7 Me
sedujiste, oh Jehová, y fui seducido; más fuerte fuiste que yo,
y me venciste; cada día he sido escarnecido, cada cual se
burla de mí.
8 Porque
cuantas veces hablo, doy voces, grito: Violencia y destrucción;
porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio
cada día.
9 Y
dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre;
no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido
en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude.
10 Porque
oí la murmuración de muchos, temor de todas partes: Denunciad,
denunciémosle. Todos mis amigos miraban si claudicaría. Quizá
se engañará, decían, y prevaleceremos contra él, y tomaremos
de él nuestra venganza.
11 Mas
Jehová está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que
me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados
en gran manera, porque no prosperarán; tendrán perpetua
confusión que jamás será olvidada.
12 Oh
Jehová de los ejércitos, que pruebas a los justos, que ves los
pensamientos y el corazón, vea yo tu venganza de ellos; porque
a ti he encomendado mi causa.
13 Cantad
a Jehová, load a Jehová; porque ha librado el alma del pobre
de mano de los malignos.
14 Maldito
el día en que nací; el día en que mi madre me dio a luz no sea
bendito.
15 Maldito
el hombre que dio nuevas a mi padre, diciendo: Hijo varón te
ha nacido, haciéndole alegrarse así mucho.
16 Y
sea el tal hombre como las ciudades que asoló Jehová, y no se
arrepintió; oiga gritos de mañana, y voces a mediodía,
17 porque
no me mató en el vientre, y mi madre me hubiera sido mi
sepulcro, y su vientre embarazado para siempre.
18 ¿Para
qué salí del vientre? ¿Para ver trabajo y dolor, y que mis
días se gastasen en afrenta? |
1.¿Qué hizo
Pasur a Jeremías? (1-2)
2.¿Qué profetizó Jeremías respecto a Pasur? (3-6)
3.¿Qué sucedió cuando Jeremías dijo que no haría mención del Señor ni
hablaría más en su nombre? (9)
4.¿Qué pidió Jeremías? (18)
Answers
to Jeremiah Study Questions only in English so far
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Capitulo 21
Jerusalén será destruida
21:1
Palabra de Jehová que vino a Jeremías, cuando el rey Sedequías
envió a él a Pasur hijo de Malquías y al sacerdote Sofonías
hijo de Maasías, para que le dijesen:
2 Consulta
ahora acerca de nosotros a Jehová, porque Nabucodonosor rey de
Babilonia hace guerra contra nosotros; quizá Jehová hará con
nosotros según todas sus maravillas, y aquél se irá de sobre
nosotros.
3 Y
Jeremías les dijo: Diréis así a Sedequías:
4 Así
ha dicho Jehová Dios de Israel: He aquí yo vuelvo atrás las
armas de guerra que están en vuestras manos, con que vosotros
peleáis contra el rey de Babilonia; y a los caldeos que están
fuera de la muralla y os tienen sitiados, yo los reuniré en
medio de esta ciudad.
5 Pelearé
contra vosotros con mano alzada y con brazo fuerte, con furor
y enojo e ira grande.
6 Y
heriré a los moradores de esta ciudad, y los hombres y las
bestias morirán de pestilencia grande.
7 Después,
dice Jehová, entregaré a Sedequías rey de Judá, a sus criados,
al pueblo y a los que queden de la pestilencia, de la espada y
del hambre en la ciudad, en mano de Nabucodonosor rey de
Babilonia, en mano de sus enemigos y de los que buscan sus
vidas, y él los herirá a filo de espada; no los perdonará, ni
tendrá compasión de ellos, ni tendrá de ellos misericordia.
8 Y
a este pueblo dirás: Así ha dicho Jehová: He aquí pongo
delante de vosotros camino de vida y camino de muerte.
9 El
que quedare en esta ciudad morirá a espada, de hambre o de
pestilencia; mas el que saliere y se pasare a los caldeos que
os tienen sitiados, vivirá, y su vida le será por despojo.
10 Porque
mi rostro he puesto contra esta ciudad para mal, y no para
bien, dice Jehová; en mano del rey de Babilonia será entregada,
y la quemará a fuego.
11 Y
a la casa del rey de Judá dirás: Oíd palabra de Jehová:
12 Casa
de David, así dijo Jehová: Haced de mañana juicio, y librad al
oprimido de mano del opresor, para que mi ira no salga como
fuego, y se encienda y no haya quien lo apague, por la maldad
de vuestras obras.
13 He
aquí yo estoy contra ti, moradora del valle, y de la piedra de
la llanura, dice Jehová; los que decís: ¿Quién subirá contra
nosotros, y quién entrará en nuestras moradas?
14 Yo
os castigaré conforme al fruto de vuestras obras, dice Jehová,
y haré encender fuego en su bosque, y consumirá todo lo que
está alrededor de él. |
1.¿Quién
profetizó Jeremías que sería entregado en manos de Nabucodonosor, rey de
Babilonia? (7)
2.¿Quién viviría? (9)
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Capitulo 22
Profecías contra los reyes de Judá
22:1
Así dijo Jehová: Desciende a la casa del rey de Judá, y habla
allí esta palabra,
2 y
di: Oye palabra de Jehová, oh rey de Judá que estás sentado
sobre el trono de David, tú, y tus siervos, y tu pueblo que
entra por estas puertas.
3 Así
ha dicho Jehová: Haced juicio y justicia, y librad al oprimido
de mano del opresor, y no engañéis ni robéis al extranjero, ni
al huérfano ni a la viuda, ni derraméis sangre inocente en
este lugar.
4 Porque
si efectivamente obedeciereis esta palabra, los reyes que en
lugar de David se sientan sobre su trono, entrarán montados en
carros y en caballos por las puertas de esta casa; ellos, y
sus criados y su pueblo.
5 Mas
si no oyereis estas palabras, por mí mismo he jurado, dice
Jehová, que esta casa será desierta.
6 Porque
así ha dicho Jehová acerca de la casa del rey de Judá: Como
Galaad eres tú para mí, y como la cima del Líbano; sin
embargo, te convertiré en soledad, y como ciudades
deshabitadas.
7 Prepararé
contra ti destruidores, cada uno con sus armas, y cortarán tus
cedros escogidos y los echarán en el fuego.
8 Y
muchas gentes pasarán junto a esta ciudad, y dirán cada uno a
su compañero: ¿Por qué hizo así Jehová con esta gran ciudad?
9 Y
se les responderá: Porque dejaron el pacto de Jehová su Dios,
y adoraron dioses ajenos y les sirvieron.
10 No
lloréis al muerto, ni de él os condoláis; llorad amargamente
por el que se va, porque no volverá jamás, ni verá la tierra
donde nació.
11 Porque
así ha dicho Jehová acerca de Salum hijo de Josías, rey de
Judá, el cual reinó en lugar de Josías su padre, y que salió
de este lugar: No volverá más aquí,
12 sino
que morirá en el lugar adonde lo llevaron cautivo, y no verá
más esta tierra.
13 !!Ay
del que edifica su casa sin justicia, y sus salas sin equidad,
sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de
su trabajo!
14 Que
dice: Edificaré para mí casa espaciosa, y salas airosas; y le
abre ventanas, y la cubre de cedro, y la pinta de bermellón.
15 ¿Reinarás,
porque te rodeas de cedro? ¿No comió y bebió tu padre, e hizo
juicio y justicia, y entonces le fue bien?
16 El
juzgó la causa del afligido y del menesteroso, y entonces
estuvo bien. ¿No es esto conocerme a mí? dice Jehová.
17 Mas
tus ojos y tu corazón no son sino para tu avaricia, y para
derramar sangre inocente, y para opresión y para hacer agravio.
18 Por
tanto, así ha dicho Jehová acerca de Joacim hijo de Josías,
rey de Judá: No lo llorarán, diciendo: !!Ay, hermano mío! y
!!Ay, hermana! ni lo lamentarán, diciendo: !!Ay, señor! !!Ay,
su grandeza!
19 En
sepultura de asno será enterrado, arrastrándole y echándole
fuera de las puertas de Jerusalén.
20 Sube
al Líbano y clama, y en Basán da tu voz, y grita hacia todas
partes; porque todos tus enamorados son destruidos.
21 Te
he hablado en tus prosperidades, mas dijiste: No oiré. Este
fue tu camino desde tu juventud, que nunca oíste mi voz.
22 A
todos tus pastores pastoreará el viento, y tus enamorados irán
en cautiverio; entonces te avergonzarás y te confundirás a
causa de toda tu maldad.
23 Habitaste
en el Líbano, hiciste tu nido en los cedros. !!Cómo gemirás
cuando te vinieren dolores, dolor como de mujer que está de
parto!
24 Vivo
yo, dice Jehová, que si Conías hijo de Joacim rey de Judá
fuera anillo en mi mano derecha, aun de allí te arrancaría.
25 Te
entregaré en mano de los que buscan tu vida, y en mano de
aquellos cuya vista temes; sí, en mano de Nabucodonosor rey de
Babilonia, y en mano de los caldeos.
26 Te
haré llevar cautivo a ti y a tu madre que te dio a luz, a
tierra ajena en que no nacisteis; y allá moriréis.
27 Y
a la tierra a la cual ellos con toda el alma anhelan volver,
allá no volverán.
28 ¿Es
este hombre Conías una vasija despreciada y quebrada? ¿Es un
trasto que nadie estima? ¿Por qué fueron arrojados él y su
generación, y echados a tierra que no habían conocido?
29 !!Tierra,
tierra, tierra! oye palabra de Jehová.
30 Así
ha dicho Jehová: Escribid lo que sucederá a este hombre
privado de descendencia, hombre a quien nada próspero sucederá
en todos los días de su vida; porque ninguno de su
descendencia logrará sentarse sobre el trono de David, ni
reinar sobre Judá. |
1.¿Por qué
permite el Señor que Jerusalén fuera destruida? (9)
2.¿Qué pasaría a Salum hijo de Josías, rey de Judá? (11-12)
3.¿Qué pasaría a Joacim hijo de Josías, rey de Judá? (18-19)
4.¿Qué pasaría a Conías hijo de Joacim, rey de Judá? (24-26,30)
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Capitulo 23
Regreso del remanente
23:1
!!Ay de los pastores que destruyen y dispersan las ovejas de
mi rebaño! dice Jehová.
2 Por
tanto, así ha dicho Jehová Dios de Israel a los pastores que
apacientan mi pueblo: Vosotros dispersasteis mis ovejas, y las
espantasteis, y no las habéis cuidado. He aquí que yo castigo
la maldad de vuestras obras, dice Jehová.
3 Y
yo mismo recogeré el remanente de mis ovejas de todas las
tierras adonde las eché, y las haré volver a sus moradas; y
crecerán y se multiplicarán.
4 Y
pondré sobre ellas pastores que las apacienten; y no temerán
más, ni se amedrentarán, ni serán menoscabadas, dice Jehová.
5 He
aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David
renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y
hará juicio y justicia en la tierra.
6 En
sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este
será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia
nuestra.
7 Por
tanto, he aquí que vienen días, dice Jehová, en que no dirán
más: Vive Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la
tierra de Egipto,
8 sino:
Vive Jehová que hizo subir y trajo la descendencia de la casa
de Israel de tierra del norte, y de todas las tierras adonde
yo los había echado; y habitarán en su tierra.
Denunciación de los falsos profetas
9 A
causa de los profetas mi corazón está quebrantado dentro de mí,
todos mis huesos tiemblan; estoy como un ebrio, y como hombre
a quien dominó el vino, delante de Jehová, y delante de sus
santas palabras.
10 Porque
la tierra está llena de adúlteros; a causa de la maldición la
tierra está desierta; los pastizales del desierto se secaron;
la carrera de ellos fue mala, y su valentía no es recta.
11 Porque
tanto el profeta como el sacerdote son impíos; aun en mi casa
hallé su maldad, dice Jehová.
12 Por
tanto, su camino será como resbaladeros en oscuridad; serán
empujados, y caerán en él; porque yo traeré mal sobre ellos en
el año de su castigo, dice Jehová.
13 En
los profetas de Samaria he visto desatinos; profetizaban en
nombre de Baal, e hicieron errar a mi pueblo de Israel.
14 Y
en los profetas de Jerusalén he visto torpezas; cometían
adulterios, y andaban en mentiras, y fortalecían las manos de
los malos, para que ninguno se convirtiese de su maldad; me
fueron todos ellos como Sodoma, y sus moradores como Gomorra.
15 Por
tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos contra aquellos
profetas: He aquí que yo les hago comer ajenjos, y les haré
beber agua de hiel; porque de los profetas de Jerusalén salió
la hipocresía sobre toda la tierra.
16 Así
ha dicho Jehová de los ejércitos: No escuchéis las palabras de
los profetas que os profetizan; os alimentan con vanas
esperanzas; hablan visión de su propio corazón, no de la boca
de Jehová.
17 Dicen
atrevidamente a los que me irritan: Jehová dijo: Paz tendréis;
y a cualquiera que anda tras la obstinación de su corazón,
dicen: No vendrá mal sobre vosotros.
18 Porque
¿quién estuvo en el secreto de Jehová, y vio, y oyó su palabra?
¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó?
19 He
aquí que la tempestad de Jehová saldrá con furor; y la
tempestad que está preparada caerá sobre la cabeza de los
malos.
20 No
se apartará el furor de Jehová hasta que lo haya hecho, y
hasta que haya cumplido los pensamientos de su corazón; en los
postreros días lo entenderéis cumplidamente.
21 No
envié yo aquellos profetas, pero ellos corrían; yo no les
hablé, mas ellos profetizaban.
22 Pero
si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis
palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal
camino, y de la maldad de sus obras.
23 ¿Soy
yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy
lejos?
24 ¿Se
ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea?
¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?
25 Yo
he oído lo que aquellos profetas dijeron, profetizando mentira
en mi nombre, diciendo: Soñé, soñé.
26 ¿Hasta
cuándo estará esto en el corazón de los profetas que
profetizan mentira, y que profetizan el engaño de su corazón?
27 ¿No
piensan cómo hacen que mi pueblo se olvide de mi nombre con
sus sueños que cada uno cuenta a su compañero, al modo que sus
padres se olvidaron de mi nombre por Baal?
28 El
profeta que tuviere un sueño, cuente el sueño; y aquel a quien
fuere mi palabra, cuente mi palabra verdadera. ¿Qué tiene que
ver la paja con el trigo? dice Jehová.
29 ¿No
es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que
quebranta la piedra?
30 Por
tanto, he aquí que yo estoy contra los profetas, dice Jehová,
que hurtan mis palabras cada uno de su más cercano.
31 Dice
Jehová: He aquí que yo estoy contra los profetas que endulzan
sus lenguas y dicen: El ha dicho.
32 He
aquí, dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños
mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus
mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y
ningún provecho hicieron a este pueblo, dice Jehová.
33 Y
cuando te preguntare este pueblo, o el profeta, o el sacerdote,
diciendo: ¿Cuál es la profecía de Jehová? les dirás: Esta es
la profecía: Os dejaré, ha dicho Jehová.
34 Y
al profeta, al sacerdote o al pueblo que dijere: Profecía de
Jehová, yo enviaré castigo sobre tal hombre y sobre su casa.
35 Así
diréis cada cual a su compañero, y cada cual a su hermano: ¿Qué
ha respondido Jehová, y qué habló Jehová?
36 Y
nunca más os vendrá a la memoria decir: Profecía de Jehová;
porque la palabra de cada uno le será por profecía; pues
pervertisteis las palabras del Dios viviente, de Jehová de los
ejércitos, Dios nuestro.
37 Así
dirás al profeta: ¿Qué te respondió Jehová, y qué habló Jehová?
38 Mas
si dijereis: Profecía de Jehová; por eso Jehová dice así:
Porque dijisteis esta palabra, Profecía de Jehová, habiendo yo
enviado a deciros: No digáis: Profecía de Jehová,
39 por
tanto, he aquí que yo os echaré en olvido, y arrancaré de mi
presencia a vosotros y a la ciudad que di a vosotros y a
vuestros padres;
40 y
pondré sobre vosotros afrenta perpetua, y eterna confusión que
nunca borrará el olvido. |
1.¿Sobre
quién se pronuncia el ay? (1-2)
2.¿Qué Jehová levantará en los próximos días? (5-6)
3.¿Quién era profano? (11)
4.¿Qué preguntas le hizo a Dios? (23-24)
5.¿A qué se compara la palabra de Dios? (29)
6.¿Cómo hicieron los profetas errar al pueblo de Dios? (32)
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Capitulo 24
La señal de los higos buenos y malos
24:1
Después de haber transportado Nabucodonosor rey de Babilonia a
Jeconías hijo de Joacim, rey de Judá, a los príncipes de Judá
y los artesanos y herreros de Jerusalén, y haberlos llevado a
Babilonia, me mostró Jehová dos cestas de higos puestas
delante del templo de Jehová.
2 Una
cesta tenía higos muy buenos, como brevas; y la otra cesta
tenía higos muy malos, que de malos no se podían comer.
3 Y
me dijo Jehová: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Higos; higos
buenos, muy buenos; y malos, muy malos, que de malos no se
pueden comer.
4 Y
vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
5 Así
ha dicho Jehová Dios de Israel: Como a estos higos buenos, así
miraré a los transportados de Judá, a los cuales eché de este
lugar a la tierra de los caldeos, para bien.
6 Porque
pondré mis ojos sobre ellos para bien, y los volveré a esta
tierra, y los edificaré, y no los destruiré; los plantaré y no
los arrancaré.
7 Y
les daré corazón para que me conozcan que yo soy Jehová; y me
serán por pueblo, y yo les seré a ellos por Dios; porque se
volverán a mí de todo su corazón.
8 Y
como los higos malos, que de malos no se pueden comer, así ha
dicho Jehová, pondré a Sedequías rey de Judá, a sus príncipes
y al resto de Jerusalén que quedó en esta tierra, y a los que
moran en la tierra de Egipto.
9 Y
los daré por escarnio y por mal a todos los reinos de la
tierra; por infamia, por ejemplo, por refrán y por maldición a
todos los lugares adonde yo los arroje.
10 Y
enviaré sobre ellos espada, hambre y pestilencia, hasta que
sean exterminados de la tierra que les di a ellos y a sus
padres. |
1.¿Cuándo
Jeremías muestra las dos cestas de higos? (1)
2.¿A qué fueron comparados los higos buenos? (5-7)
3.¿A qué fueron comparados los higos malos? (8-10)
Gracias a Jennifer Rangel
Morales por traducir.
Cuestionario de Jeremias Capitulos 1-17
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